Colombia  se impuso a Chile por 4-0  y alcanzó el liderazgo con  Argentina con 19 puntos. Davinson Sánchez, Luis Díaz , Jhon Durán y Luis Sinesterra marcaron los goles de un triunfo sin equivalencias. La «Roja» se hunde en el fondo de la tabla: y pone a temblar a Gareca.
El primer tiempo se tornó medido para los locales. Fieles a un juego paciente, se fueron acercando al área rival y, con tranquilidad, se adueñaron de la pelota. Dejaron expuesto a un Chile  sin ideas que intentó de contra en el inicio del partido, pero sin resultado. Los colombianos  fueron de menor a mayor: lo tuvieron de pelota parada y Davidson Sánchez asomó de cabeza; después, tras una buena jugada, Jhon Córdoba desperdició un mano a mano que terminó en falta contra el arquero Brayán Cortés. A los 36 minutos llegó la ventaja. Desde el córner, la pelota llegó a la cabeza del número 9, que asistió también de arriba, a Sánchez. Y el 23 volvió a tener su oportunidad: desencajó al arquero y cabeceó al segundo palo para hacer justicia en el marcador.

La segunda parte se mantuvo en la misma línea y encaminó la merecida victoria. Y no se esperaba menos del conjunto subcampeón de América. A los seis minutos de haber iniciado la segunda mitad, Colombia extendió la ventaja. Chile, en su intento de salir jugando, regaló una pelota imperdonable; James Rodríguez se quedó con la asistencia a  Luis Díaz, que llegó a la carrera para poner el 2-0 parcial.

Los dirigidos por el Tigre Gareca aguantaron el tercero que se asomaba y pisaba los talones. La Roja no conseguía salir de contra y, de hecho, no logró en ningún momento mantener la pelota en los pies, por lo menos, más de treinta segundos. Y hubo otro gol, el suelo casi final para la visita. Cuando la Roja intentaba cerca del área rival, Colombia salió de contra sin cansancio, con un James y  Luis Sinesterra  manejando el medio, para asistir a John Durán, que pasó entre dos y estampó el 3-0. Uno más, ahora sí, para hacer borrón y cuenta nueva de aquella derrota ante Bolivia para los colombianos. Otra vez, la defensa de la visita quedó mal parada y le dejaron libre camino al ingresado Sinisterra. Encendido, se llevó la pelota y puso el cuarto.