Dumek Turbay, alcalde de Cartagena
El Porce
Al paso que van las cosas en Cartagena el fotogénico y publicitado alcalde Dumek les va a resultar demasiado costoso a los habitantes del corralito de piedra y, sobre todo, va a terminar gastando la plata en lo que no es.
Con su evidente deseo de parecerse a Milei y llegar mucho más arriba en la escala de poder nacional, Dumek no solo vistió de castidad la plazuela de la Torre del Reloj espantando las busconas que pululan en toda ciudad turística, sino que les dio una puñalada marranera a las chivas rumberas que habían ido caracterizando a Cartagena frente a los miles de turistas clase media que la visitan ahora que San Andrés se puso tan caro .
No se cuanta plata le cuesta a las finanzas municipales esos actos grotescos porque la demanda de los propietarios de las chivas apenas va en camino, pero ayer, como lo habíamos advertido en otra crónica, comenzó en firme el proceso multipropósito por haber ordenado la destrucción del edificio Aquarela en el barrio Torices.
No solo su demolición le está costando más al fisco cartagenero que la plata que les costó a los constructores levantar el edificio, sino que ante el juzgado 3 Penal del Circuito de esa ciudad la Fiscalía acusó formalmente a las dos arquitectas de Planeación de Cartagena por fraude procesal y falsedad ideológica al haber entregado información falsa que hizo incurrir a los funcionarios de la alcaldía en el error de declarar al Aquarela un edificio que violaba las normas exigidas y dizque se tomaba el espacio público.
Inevitablemente entonces la tumbada precipitada del edificio no solo les va a costar lo que les está costando en este momento ,piso por piso, sino que al final los daños y perjuicios, al constructor y a los compradores de los apartamentos, se les va a ir muy honda y será el fisco, no Dumek, quien asuma la cuantiosa demanda además de la de las chivas rumberas.
Pero como el alcalde quiere que el país lo conozca, donde no le frenen sus ímpetus seguirá metiendo a Cartagena en la olla.