El Porce
Desde el día que ganó Trump nos están repitiendo que su triunfo fue logrado en gran parte por apoyo mayoritario de los hispanos.
También sabemos, por cifras que se publican cada seis meses, que esos hispanos envían mensualmente a sus familias en los países de origen las remesas con las cuales levantan a sus gentes en lejanía y que esa suma alcanza a ser de miles de millones de dólares.
En Colombia, de los 11 mil millones de dólares que cada año le transfieren a sus familias los integrantes de la diáspora regados por todo el mundo, se dice que por lo menos 6 mil millones de tales remesas provienen de los Estados Unidos.
Pero como también se sabe que el retrechero de Trump ha dicho y vuelto a decir que va a atajar la inmigración hacia Norteamérica y que apenas se posesione el 20 de enero va a despachar en aviones fletados a miles ,quizás millones de inmigrantes sin papeles que trabajan en USA, y como él no se para en pelitos, ahora acaba de anunciarse que va a decretar un impuesto del 10% de todos los giros y remesas que los hablantes latinos envíen a sus familias en los países de origen porque aspira ( eso dice él) a desestimular la presencia de tanto inmigrante de Latinoamérica que se ha colado allende sus fronteras.
En otras palabras que los fervorosos hispanos que creían que con Trump alcanzarían la tranquilidad y más opciones de trabajar y de ganar mejor sueldo, van a pagar, de su bolsillo, y con su sudor, un impuesto del 10 % de todo que le vuelvan remesa a sus países.
Por supuesto ya los banqueros de Wall Street deben estar pensando en cómo solventar el bajón en los giros mensuales por los que cobran comisiones y, muy seguramente, los hispanos de barriada, quizás colombianos ingeniosos, estarán montando alguna trampa para hacerle pistola a las ambiciones de Trump y no pagar el impuesto. Mientras tanto hemos de repetir como la abuela: «coman de su cocinado» ustedes eligieron a ese retrechero.