Humberto Alzate Castaño Q,E,P,D.
El Porce
Muchos de sus alumnos agradecidos, y hasta los descendientes de quienes fueron sus subalternos en los distintos cargos que ocupó, marcharon tras el féretro de Humberto Alzate Castaño lo hicieron embargados de gratitud.
Otros pocos, testigos de su tiempo, recordarán que quien llegare a ser gobernador del Valle presenció de niño el asesinato de su padre en Caicedonia, el 9 de abril de 1948,cuando en esa población y en otras más de Colombia mataron a los conservadores.
Pero cómo Alzate no se llenó del rencor que casi no apaga la fogata de esta Colombia violenta, le correspondió como godo bueno ayudar a limpiar con sus actuaciones públicas la imagen de la pajaramenta que había arropado el partido conservador.
Fue entonces un godo en todo el sentido de la palabra y de la idea. Derechista en su pensamiento ,defensor de su fé católica y oficial de la reserva militar.
Pero al tiempo que ascendía vertiginosamente como excelente litigante ante los tribunales administrativos, desempeñó con fuerza inolvidable su cátedra en la Universidad Libre de Cali, donde alcanzó a ejercer como Decano.
Haciendo visible siempre su carácter de conservador en ideas y actitudes se posesionó como gobernador del Valle en el momento más crítico de la historia de mi departamento, cuando el ELN secuestró a los fieles de la Iglesia La María.
El, con su verticalidad y su extraña generosidad para las ideas contrarias, se unió al arzobispo Duarte Cancino y ambos subieron hasta las montañas aledañas a Jamundí para tratar de negociar su liberación o al menos aliviar las condiciones de su cautiverio.
Con ese mismo espíritu godo se desempeñó como concejal de Cali en las huestes de Pardo Llada y la Asamblea Departamental lo eligió Contralor ,donde demostró durante 4 años por qué creía que se podía gobernar sin robar.
Solo mis achaques, reproducidos por la muerte en seguidilla de amigos de calidad como lo fue conmigo el doctor Alzate, me impidieron marchar tras su féretro.