La guerra afectará a toda la humanidad. 

EN GESTIÓN

La situación actual del mundo es la preparación y puesta en escena de las diferentes piezas que conforman el juego de la guerra, mientras las partes involucradas hacen los máximos esfuerzos en diálogos y propuestas para persuadirse unos y otros para ir en contra o a favor de la misma ignara ardentía.

Los diálogos efectuados, posiblemente no rompan el muro de discrepancias y zozobras creadas ante la lucha de potencias del ayer y del presente, que han logrado con tercas posiciones presentadas, traer a la memoria de los hombres el recuerdo no muy honroso de un pasado sanguinario e injusto, que se retozó en el frenesí y la desmesura de acciones no muy gratas a la historia universal.

Es bien sabido, que la guerra de hacerse efectiva, solo traería consigo un hálito de pena, dolor y muerte, que hoy, en pleno siglo 21, sería vergonzoso para la humanidad, que ha luchado por obtener grandes y nobles avances que hombres estudiosos han logrado para el bien de la humanidad, y este acontecimiento por si solo, ensombrecería todo este recorrido de «progreso», ya que a diferencia del ayer esa misma tecnología y medicina de avanzada acabaría fácilmente con muchos seres inocentes.

Lo complejo de todo este agresivo problema es saber que este acontecimiento bélico y farmacéutico tiene un trasfondo económico y que los hombres se han dejado llevar por la codicia de «todo para mí, y nada para otros» hoy, no se duda de esto será muy difícil solucionarlo de otra manera que no sean las armas. Tampoco es casual, el hecho de que sea en Occidente, Europa o Medio Oriente donde se quiera empezar a hacer limpieza por ser un foco de «terroristas» y un peligro a cualquier sistema.  Pues actualmente el mundo tiene muchos focos donde el narco tráfico y terrorismo está afincado y no existe este fenómeno a los ojos del mundo, posiblemente porque no son de interés inmediato para los anhelos económico, ni representan un inmediato peligro para la seguridad de los «países desarrollados».

Nadie ve ni escucha, el que diariamente mueran asesinados o de hambre y sean ultrajados muchos seres inocentes, ya sea porque se les desplace de se habitará para deambular injustamente por doquier sin alimento y cobijo o porque se les mate o extermine a niños con minas, quiebras y patas. Nunca se interroga ni se investiga el porqué hay exterminios masivos o selectivos en algunos países y que se secuestran en el mundo muchos seres a quienes se les priva de la libertad y del derecho a vivir dignamente.

El desmesurado despliegue de fuerzas militares al medio oriente y otros sitios, el gasto económico que ello implica, lleva a reflexionar si ese descomunal derroche de dinero no es un hecho indigno y censurable que debería ser vetado por toda la comunidad mundial como una mezquindad a los planes universales de progreso social en salud, vivienda y alimentos a los que cada vez más se les merman los presupuestos para darle prioridad a la industria belicista.

Ya va siendo hora de que el colonialismo desaparezca de la faz de la tierra y que se comience a trabajar por un mundo mejor  para todos, reconociendo que la tarea más inmediata y responsable para perpetuidad de la especie, es el reconocer que el mundo está atravesando por un mal momento y que no es precisamente por los caprichos de querer poseer el control del mundo, sino por un enemigo mucho más poderoso e invisible, pero que está diezmando a mucha población como es el “SIDA» «Viruela del Mono» «Covid 19» el que igualmente y para sorpresa de todos se ha convertido en un negocio para los grandes procesadores de medicamentos, tal como ha pasado con otras enfermedades como el Cáncer, la diabetes y demás enfermedades endémicas.

La sociedad universal está en la obligación de seguir protestando y de salir masivamente en todo el mundo a reclamar un derecho ganado por todos desde que el hombre apareció sobre la tierra como semilla de amor para seguir poblándola no con odio, ni con rencor, porque como ya se sabe al descifrar el genoma humano todos pertenecemos a la misma familia y eso aún más nos identifica como una totalidad que debe exigir por una ecología ambiental y humana más justa y solidaria. Por tanto, es un deber y un compromiso de todos el reclamar a los líderes del mundo que no solo tengan presente al momento de tomar decisiones sus propios intereses, porque en últimas, en una hecatombe, ni ellos mismos quedarán como semilla.

La guerra está en todas partes.