Gerney Ríos González
La disposición de las partes que conforman el subsistema de estructuración del talento humano es fundamental, debido a su participación y compromiso con el logro de la misión, verbigracia, las escuelas de formación, universidades e instituciones de educación superior; su precepto es el acompañamiento a sus miembros brindando toda clase de apoyo afectivo, logístico y tecnológico, con seguimiento (trazabilidad) de las actividades y en la exigencia del desarrollo académico.
Quienes responden por las actividades particulares e institucionales y a su vez, participen de la formación y asimilación de valores, no sólo enfocan su esfuerzo hacia el conocimiento sino también en el rescate de principios éticos y morales, con sentido de nacionalidad, en contravía de esquemas sociales que ignoran el devenir histórico.
El docente se caracterizará por su disposición en el proceso de evaluar con justicia, ejemplo para estudiantes, adjudicará responsabilidades sociales valoradas, acorde con la planeación propuesta y objetivos institucionales, mediará en conflictos, respetuoso de salvaguardar el buen nombre del entorno cercano, observando el derecho a la privacidad, comprometido con la actualización permanente para brindar conceptos nuevos o soluciones de problemas que afectan a la sociedad. Por lo anterior, es importante la disposición de elementos dentro de este esquema, su compromiso frente a las funciones y la razón de ser de cada uno.
El educador añade en su comportamiento y desempeño de deberes, pensamiento sistémico, con la facultad de reflexionar, comparar, combinar y estudiar ideas, articulador del todo y las partes; verá los problemas holísticamente y dará la clave, teniendo en cuenta las diferentes propuestas presentadas, acudiendo a las fuentes necesarias y disponiendo de las herramientas adecuadas.
El subsistema universitario depende de varios procedimientos; social, el cual define cultura y valores donde es partícipe o transformador; estatal e institucional, posibilita marcos legales sobre los que fundamenta su actuar y convivencia familiar, generadora de responsabilidad y a la vez desarrollo intelectual y artístico propios.
Igualmente, las partes de la comunidad educativa, articulan una propiedad emergente que es la formación integral; independiente de la actuación de cada una de ellas, conlleva a resultados.
Las áreas en la que se subdivide el plan académico, presentan propiedades diferentes: Desarrollo de inteligencias múltiples, lingüística, idiomas, lógica-matemática, musical, espacial, física cenestésica, interpersonal e intrapersonal, estructura logística – gerencial que, comprometidas en un todo, despiertan cualidades emergentes.
El subsistema de educación superior tiene alta variabilidad (ciclo propedéutico), representada en la cantidad de relaciones que la institución tiene entre los actores de la comunidad (profesores, conferencistas, estudiantes y logísticos), internos y externos, con otras organizaciones académicas y empresariales; determinado en el número de partes que posee y alta viabilidad debido a que enseña, buena adaptación a los cambios y capacidad de supervivencia. Es un plan abierto y natural, con gran entropía.
El Diccionario de la Real Academia define entropía: «Magnitud termodinámica que mide la parte no utilizable de la energía contenida en un sistema». «Medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo». «Medida del desorden de un sistema. La masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden».
Existe un hilo conductor en la Constitución Política de Colombia en su artículo 68, el cual da lugar al tejido social y académico cuya contribución identifica culturas, religiones, etnias; basado en el respeto, genera con su accionar el cumplimiento de la misión educativa, de formar, proyectar y capacitar en busca de la excelencia.
Identificar el tejido de araña, permite evitar que agentes de riesgo penetren en la Academia alterando el hábitat y direccionando sus propósitos a otros caminos. La tela se construye de manera invisible, donde los subsistemas internos generan resultados que son medibles a través de indicadores de gestión logística y cuyo constructor se denomina comunidad educativa.
Debe vincular su conformación, estabilidad y efecto palanca. En cuanto a su estabilidad, la Universidad identifica plenamente sus partes, subsistemas, interconexión, interdependencia, grado de conectividad y responsabilidades específicas, planteadas en el perfil de actores externos e internos.
La razón de no colapsar el sistema es dada al efecto palanca, que identifica con claridad dónde intervenir para obtener grandes resultados y beneficios con pequeños esfuerzos. El subsistema es homogéneo en su funcionamiento global, pero al conformarse por personas, cuenta con factores que en determinado momento alteran su función, por las variables de salud, preocupación y zozobra; sin embargo, dichas situaciones, si se actúa de manera oportuna, se pueden mejorar para que éste maniobre en forma excelente de acuerdo a directrices institucionales.
Todo subsistema o sistema tiene «conciencia» de los efectos secundarios que su funcionamiento provoca, para evitar daños colaterales y perjuicios a su interior o al exterior y desaparición del mismo. Una mala decisión por no observar el debido proceso, puede costarle a la institución problemas legales, personales o sociales y el rechazo de otro subsistema. El funcionar como un entero, tiene en cuenta esta clase donde existen jerarquías y órganos decisorios, mecanismos legales para aplicar el efecto o principio palanca en una situación académica o de convivencia.
Para que el método realice la función propuesta, debe resaltar el factor humano con calidad, el cual, en completa relación con elementos, equipos tecnológicos e instalaciones, cumple funciones operativas y formativas eficaces, eficientes, efectivas, éticas, económicas, productivas, competitivas y seguras.
El soporte aplicado a la capacidad de reacción frente a una situación determinada, en tiempo previsto y en condiciones diversas o esperadas, se dan fundamentadas en el manual de funciones y procesos, elaborados estos últimos a partir de una matriz correlativa entre transformaciones y objetivos, etapa de diseño conceptual. La educación es dinámica.
Este elemento ergonómico de la ingeniería logística, tiene en cuenta la formación propia de la persona en el área del conocimiento específico a estructurar y motivar, experiencia en el manejo de conflictos, actitud y liderazgo. Creatividad e innovación, son elementos propiciadores de la productividad.
En la ingeniería de software, el sistema cuenta con soportes de información completos y actualizados para manejo de la base de datos y procesos de conectividad, administrativos y pedagógicos. Varios elementos de esta parte de la gerencia logística, validan su conceptualización en forma adaptada, debido a que el producto es un proceso humano, de permanente optimización y planeación en la concatenación de suministros dentro de las dinámicas de fabricación, montaje, distribución y servicio.
Aplicar la logística en la educación es asunto complejo. Adaptar conceptos motiva en cuanto al reto de relacionar procesos de supply chain con elementos propios académicos; organizar en forma innovadora, facilita detectar dentro de la matriz Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas, -DOFA-, diferentes vicisitudes frente a nuevos productos sustitutos para la formación integral.