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 MURIÓ, «EL YETI» LORENZO

Luis Fernando Garcés

 

 

Juan Romero Cortes

Lo conocí en Junín, Medellín, un día cualquiera del mes de agosto. Llevaba bajo su brazo una libreta de apuntes en la que recopilaba montones de notas de los principales artistas de la época de los sesentas, con los cuales jugaba a la perfección con su memoria prodigiosa, con la cual especulaba las hazañas musicales de los grupos y cantantes tanto europeos como españoles que le dieron lustro al denominado rock and roll que iba de la mano con la codiciada balada pop.

Era Luis Fernando Garcés, un pimpollo paisa, con una voz marcada para la balada de los sesenta, con matices juveniles, revestido de Andy Williams, Rocky Pontoni o hasta el mismo Manolo Muñoz. Su porción literaria en las letras, lo señalaban como el analista regional del Sol en el Andén, Yesterday, hasta el descubrimiento de: “Despierta Lorenzo”, obra cumbre que revolcó en sus entrañas el sabor del éxito por el resto de su existencia. Solo le valió cantar ese tema para que se diera a conocer en los confines de la patria, donde con sus amigos entrañables ameritaba los aplausos de la gran muchachada paisa, para luego conquistar los abolengos juveniles de toda una nación. Compartió galas con sus amigos de siempre, Juan Nicolás Estela, Juancho López, sus compañeros Yetis, conformaron una familia musical empeñada en dar lustros a las canciones más recitadas por la juventud de siempre, pero con el estilo impregnado por ellos.

Su motor, la historia juvenil que se iniciara en Colombia con la presentación en el Teatro Colombia de Bogotá, (hoy, Teatro Jorge Eliecer Gaitán) del grupo legendario de Bill Halley and The Comets, ante un grupo de en ruanados, allá por el año 58, donde los presentes oían una música estridente pero no entendían ni jota del inglés que esos agricultores, que en su patria se habían convertido por obra y arte en ídolos de las nuevas generaciones de entonces. El Flaco sabía todas esas historias, como la de su grupo preferido, “Los Beatles”, los obreros de Liverpool, cuatro muchachos que triunfaron componiendo muchas canciones que conforman el listado de las melodías interpretadas por ellos y por un sinnúmero de artistas de todo el globo e inclusive, que lograron opacar por momentos al Rey, ELVIS, en su propio terruño. Sus primeras grabaciones que luego el éxito los cobijaron en orden cronológico, tanto en aparición como en ventas. La fuerza que tomaron bajo la batuta de Brian Eptein, su manager, quien logró darles una personalidad en los escenarios, manteniendo en su presentación personal al inglés nato, sus ruedas de prensa, su contacto con los medios, bastaron para crear historia dentro de la música y la moda.

Luisfer, abonaba en sus lecturas de las revistas musicales de la época, toda una gama de historias referidas con conciertos, presentaciones de todas las figuras habidas y por haber. Como se alimentaban las primeras estaciones de radio, que comenzaban a intimidar con canciones en otros idiomas y en el nuestro, por supuesto, para engrosar los listados de grupos, duetos , solistas y orquestas que se empeñaban por vender esa nueva música

Aunque sus fuerzas se agotaron frente a una penosa enfermedad, su leyenda seguirá viva entre todos los que siguieron su trayectoria en los últimos años, en que florece el buen gusto por las melodías, que con cuerpo y corazón hacen latir la cimiente de las canciones, que nunca pasan de moda, a pesar de las nuevas tendencias y nuevos valores que pululan sin pena ni gloria. Te despedimos con un adiós y un hasta luego, hoy te reencuentras con tus amigos en el cielo y a cantar se dijo: DESPIERTA LORENZO