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   «El Panóptico»: EL DESFINANCIAMIENTO DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA Y LA MUTACIÓN DEL ICETEX

El ministro de Educación, Daniel Rojas, anunció que su despacho prepara un proyecto de ley para reestructurar al Icetex.

 

 

Jhonny Alexis Lizcano L.

En contravía de las declaraciones recientes del exministro de Educación Alejandro Gaviria, sobre la incompetencia del gobierno de Petro frente a la actual recesión del Icetex. Lo que se evidencia es todo lo contrario. Pues éste de manera categórica y contundente lo que busca es el desfinanciamiento gradual de la universidad privada y la mutación del Icetex hacia una banca de primer piso, con el objeto de acelerar la inversión empresarial en la educación pública colombiana.

El debate se activó, luego que el anterior rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, señalara en redes sociales que «los funcionarios de la administración de Petro saben lo que quieren destruir, pero no lo que quieren construir».

Situación que a la luz de los más recientes acontecimientos y del actual contexto que atraviesa el Ministerio de Educación, reflejan que el gobierno nacional está radicalizando su postura por la materialización y consolidación de la educación pública. Es decir, entender la educación como un derecho inalienable, y no como un servicio.

Fenómeno que en la práctica y en el devenir le está costando mucho al gobierno. Pues la cultura antagónica e histórica en nuestro país, ha naturalizado y aceptado que para educarse en Colombia es necesario endeudarse. Para en un futuro aspirar a una condición de vida más digna y con mayor oportunidades. – Ese ha sido el sueño o anhelo de la clase media en Colombia -.

Todo un discurso potente y eficaz, que ha privilegiado el sostenimiento de las universidades y la banca privada durante años en el territorio nacional. Y que ahora está en vilo o en riesgo de perpetuarse, con las nuevas iniciativas de reforma estructural del Presidente Gustavo Petro.

En ese sentido el ministro de Educación, Daniel Rojas, anunció que su despacho prepara un proyecto de ley para reestructurar al Icetex. El cual será radicado en el Congreso de la República en el primer semestre de 2025. Cuyo propósito es desmitificar la idea que el presupuesto nacional sea la única fuente de recursos para acceder a un crédito estudiantil.

«Será el ahorro del público la fuente de financiación. Los grandes empresarios pueden demostrar su compromiso con la educación, ahorrando sus ganancias en el banco del saber».

Situación que ha puesto en alerta a las grandes universidades privadas del país. Y la posibilidad de perder la fuente de ingresos directa que las ha mantenido vigentes. En este caso, la inversión del sector gremial, empresarial y financiero.

Como lo expresó tajantemente el presidente de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), Óscar Domínguez, «el rezago en el pago de los créditos tiene muy inquietas a las instituciones de educación superior, pues les está empezando a generar un problema de caja».

Frente al rezago de lo $432.000 millones que requiere el Icetex para garantizar el estudio de los 200.000 estudiante que poseen un crédito activo, la Cámara de Universidades de la Andi, compuesta por varias instituciones de educación superior privadas como la Universidad Javeriana, la U. de Manizales y la U. de los Andes, han insistido que «les inquieta inmensamente lo que está sucediendo con el Icetex». Y han venido presionando y alarmando a la opinión pública sobre el incumplimiento según ellos, que el gobierno ha tenido con miles de jóvenes en el país.

Contradictoriamente y sin vacilación como lo quiere aparentar la oposición, el gobierno de Petro ya asentó su posición. Como lo indicó el ministro Rojas, «no queremos más jóvenes endeudados hasta el cuello, al punto de pasar por encima de su dignidad a costa de su propia salud mental. La deuda no es la salida».

Un giro por supuesto audaz de completarse la mutación del Icetex como ´banco del saber´. Pues en un mañana, las universidades privadas tendrán que buscar otras fuentes de financiamiento para su autosostenimiento. Y no depender estrictamente de la matrícula y el financiamiento desbordado que muchos jóvenes deben asumir, para cumplir con sus sueños de educación.