El ascenso de la extrema derecha en Europa.

Jhonny Alexis Lizcano L.

Los que por vocación y proyecto profesional hemos decidido dedicarnos a la educación y a la formación humana y social, solemos cuestionarnos sobre el desinterés y decidía del común de la gente, por no preocuparse por los asuntos filosóficos e ideológicos que fundamentan el mundo del poder y la dominación en l mundo.

Lo anterior, generalmente lo atribuimos desde la cotidianidad a circunstancia de mera suerte o empirismo. Pero lo evidente y real, es que la humanidad a través de los tiempos desde su origen y concepción como: pueblo, cultura y civilización; ha irrumpido y resistido frente a los abusos del poder que la coartan y constriñen en pro de sus derechos fundamentales, creencias, tradiciones y patrimonios. O sencillamente por su diversidad étnica, cultural o ideológica. En razón a lo que la extrema derecha, considera impropio, irregular o peligroso para sus intereses de perpetuidad y hegemonía.

Es inconcebible como en pleno siglo XXI, después de dos guerras mundiales, la caída del Muro de Berlín, múltiples conflictos internos, el auge del capitalismo salvaje, crisis ambiental, pauperización económica y pandemia mundial. Podamos aceptar con cierta resignación y apatía el genocidio que está sucediendo en Franja de Gaza. La invasión colonizadora en Ucrania y los movimientos geopolíticos de la Unión Europea, los Estados Unidos y la OTAN; para incentivar el mercado armamentista y el comercio monopólico del petróleo y los hidrocarburos energéticos.

Sin embargo, lo acontecido el pasado 3 de febrero en Berlín, Alemania. Cuna del Fascismo y de la extrema derecha, es sinónimo de admiración y ejemplo mundial. Pues en las últimas tres semanas se han multiplicado las manifestaciones en contra de un proyecto de expulsión masiva, de extranjeros en dicha nación europea.

Fueron cerca de 150.000 personas que se acentuaron en protesta masiva en el centro de Berlín. Reivindicando sus derechos por el respeto a la multiculturalidad, la diversidad y la diferencia.

«Todos juntos contra el fascismo». Coreaban al unísono la multitud. Seguida en directo por 1.000 personas en YouTube.

A su vez se podían leer pancartas de los manifestantes, con mensajes como: «Amor en lugar de odio». «El racismo no es una alternativa» y «Libertad, igualdad, fuck AfD». En referencia al partido antinmigrantes y antisistema.

Recordemos que las protestas se produjeron después de que el pasado 10 de enero, el medio alemán de investigaciones Correctiv, revelara que en noviembre se celebró una reunión de extremistas en Potsdam. En la que se discutió un proyecto de expulsión masiva de extranjeros en Alemania, con implicaciones de países aliados en la Unión Europea.

Hoy fuertemente cuestionado en la misma Alemania, en momentos paradójicamente en donde se conmemora por estos días, la reunificación de la nación. Que a criterio de un nuevo libro de historia ruso, ha significado la consolidación y el fortalecimiento del fascismo y la ultraderecha. Como motor intelectual e ideológico, para quienes con poder en el mundo comparten sus creencias y conceptos.

Por eso es potente y significativo entender el lugar que ocupa la extrema derecha, en su contexto económico, político, ideológico y simbólico. Como reguladora del comportamiento social y cultural.

Un ejemplo de lo anterior lo vivimos recientemente en Davos, Suiza. Con la aparición antagónica de los Presidentes Gustavo Petro de Colombia y Javier Milei de Argentina. Mientras el primero, criticó el modelo capitalista e insistió en la Defensa de Palestina. El segundo, cuestionó al socialismo y lo llamó fenómeno empobrecedor.

La invitación entonces a mis lectores, es que se cercioren con un juicio analítico y objetivo a través de la historia. Cuál ha sido el régimen económico y político (capitalismo y socialismo), que ha perpetuado su poder hegemónico en el mundo. En detrimento del desarrollo humano y social, el respeto por la multiculturalidad, la democracia, el medio ambiente, la educación y el trabajo digno.