Cali a partir de hoy se visite de COP 16

Jhonny Alexis Lizcano L.

En medio de una tensa situación de inseguridad, zozobra e incertidumbre de orden público, Cali y Colombia abren sus puertas a la comunidad internacional como anfitrionas de la edición 16 de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), mejor conocida como la COP16 de biodiversidad.

Pero por encima de los asuntos técnicos y formales que demanda el evento como resultado de una agenda multilateral de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en nuestro país. Cali y el Valle del Cauca principalmente, asumirán tres grandes retos por cumplir a manera de termómetro como polo de desarrollo mundial, desde el 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024.

El primer indicador, tiene que ver con las garantías de seguridad que un evento de gran magnitud política y diplomática exige. Como lo es la presencia de más de 190 naciones del mundo y la confirmación de 10 jefes de Estado.

Por eso las alarmas se activaron la semana pasada, después de la detonación de una granada en una estación de policía en el Municipio de Jamundí, a solo 30 kilómetros de la cumbre de la COP16 en Cali. Aunque el atentado no dejó víctimas, si puso en evidencia los riesgos de seguridad que el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, pueda ocasionar después de la ruptura de negociación de paz con el gobierno colombiano y su retaliación tras el cumplimiento de la operación «Perseo», en el corregimiento de El Plateado en el departamento del Cauca, por parte de las Fuerzas Militares y el Ejercito.

No en vano se han dispuesto decenas de vehículos blindados, más de 11.000 militares y policías, así como la presencia de una delegación de la Policía de Nueva York en la capital vallecaucana, indicó recientemente a los medios de Comunicación el Alcalde de Cali, Alejandro Eder.

El segundo indicador, es la oportunidad de fortalecer a la región pacifico como cumbre para el desarrollo ecoturístico tras la COP16. Pues la presencia garantizada de más de 12.000 visitantes, no solo debe ser atractiva para el gremio hotelero. – Que ya evidenció recientemente su codicia comercial y capitalista -, tras la denuncia presentada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), al descubrir que la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), habría puesto en funcionamiento un sistema que le permitía a los hoteles intercambiar información sensible, como tarifas, habitaciones ocupadas y disponibles, utilidad obtenida por habitación y el valor de ventas en cada uno de sus establecimientos hoteleros, dentro del marco de la COP16.

Lo anterior para la SIC, se configuró como una conducta anticompetitiva. Pues fue evidente que Cotelco y nueve hoteles más en Cali, pretendían incrementar sus tarifas hoteleras de manera irregular casi en un 1.000 %.

El tercero y no menos importante indicador de trascendencia, tiene que ver con la coherencia y articulación que Colombia adopte a partir de los compromisos fijados por la COP16. Específicamente en la normativa, monitoreo y regulación para el cumplimiento global de  la biodiversidad, el cambio climático, las energías renovables y la sostenibilidad del planeta. Es decir, que será imperativo a partir de hoy la adopción de políticas públicas y sociales territoriales, cuyo eje de articulación sea la biodiversidad y el desarrollo sostenible. – Una premisa que infortunadamente en la actualidad aún no se contempla, en la conformación como Distrito Especial para Cali -.