La carrera presidencial del senador Iván Cepeda Castro ha tomado un giro inesperado, impulsado por un clamor desde las bases más afectadas por el conflicto armado en Colombia. La iniciativa surgió de un emotivo llamado en redes sociales de las Madres de las Víctimas de los Falsos Positivos. A través de un tuit, estas mujeres, que han liderado la búsqueda de verdad y justicia en el país, instaron a Cepeda a asumir el desafío de dirigir a la nación. Con las palabras «Senador Iván Cepeda Castro contamos con usted. Es hora de asumir este reto. Usted debe ser el próximo presidente de Colombia», expresaron su confianza en el líder político.
Ante esta solicitud, el senador Iván Cepeda respondió públicamente, mostrando su profundo respeto y consideración por el llamado. En su mensaje, el congresista reconoció la importancia de la voz de las víctimas y afirmó que la tendría en cuenta al momento de tomar una decisión definitiva. Este intercambio, que pasó de las redes sociales a la esfera política, resalta el papel de las víctimas en la configuración de los liderazgos y la política en Colombia. La respuesta de Cepeda ha sido interpretada por muchos como una puerta abierta a la posibilidad de una candidatura oficial.
El apoyo a la precandidatura de Cepeda no tardó en llegar. De inmediato, congresistas del Pacto Histórico como Wilson Arias y Alfredo Mondragón respaldaron la propuesta de las Madres de los Falsos Positivos. Los congresistas señalaron que la figura de Cepeda podría ser clave para construir un mensaje de unidad que permita al movimiento de izquierda consolidar su poder y ganar las elecciones presidenciales de 2026. Esta movida no solo fortalece la imagen del senador, sino que también marca el inicio de lo que podría ser una contienda electoral muy reñida dentro del mismo partido.
Reacciones
El senador Cepeda, ha recibido un sólido respaldo desde la militancia de izquierda y simpatizantes del proyecto político del actual gobierno. Comentarios como los de Jimmy Villamizar y Lalia Vargas reflejan un sentimiento de urgencia y convicción, pues lo ven como el líder idóneo para dar continuidad al «proyecto de cambio» iniciado por el presidente Gustavo Petro. Su figura, asociada a la defensa de los derechos humanos y la paz, es percibida por sus seguidores como la mejor opción para consolidar los avances del progresismo.
El apoyo de Marce Portilla y Ely destaca la integridad, capacidad de diálogo y preparación de Cepeda, elementos que, según ellos, lo posicionan como un candidato natural para liderar al país.
Sin embargo, la respuesta del sector político opositor es igual de contundente y crítica. Las reacciones de personas como Daniela Hurtado y Santiago Giraldo no solo cuestionan su idoneidad, sino que también lo acusan de ser un candidato del «establecimiento de izquierda», vinculado a agendas de «Petro, Maduro, el narcotráfico y las FARC». Esta narrativa, recurrente en los ataques contra la izquierda colombiana, busca desacreditar a Cepeda no por sus propuestas, sino por la percepción de sus motivaciones.
La mención de su salud también se utiliza para intentar deslegitimar su posible candidatura. Este cruce de acusaciones refleja la profunda división política que atraviesa el país, donde la figura de Iván Cepeda se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia para unos, y en un objeto de persecución política para otros.