Los militares llegaron al lugar donde dos militares que fueron rociados con gasolina y quemados durante una asonada.
Primicia Diario
En un contundente comunicado, la delegación del Gobierno nacional en la mesa de diálogos con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (Cneb) condenó el ataque ocurrido el 3 de septiembre en la vereda Siloé, en Villagarzón, Putumayo. En este incidente, un oficial y un soldado profesional de la Fuerza Pública fueron rociados con gasolina y quemados durante una asonada.
El Gobierno calificó el acto de «criminal» e «incompatible con las mínimas reglas de humanidad y el Derecho Internacional Humanitario». En su declaración, firmada por el jefe de la delegación, Armando Novoa, se manifestó una total solidaridad con los militares agredidos, subrayando que tales actos de «barbarie» ponen en riesgo los avances logrados en las conversaciones de paz.
La delegación gubernamental lanzó una exigencia directa a la Cneb: si no se produce un rechazo «categórico e inmediato» del atentado, el Gobierno se retirará de la mesa de diálogo. Esta decisión se tomaría tras consultas inmediatas con el Comisionado de Paz y el presidente Gustavo Petro.
Verificación
En respuesta a la advertencia del Gobierno, la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano emitió un comunicado en el que «lamenta y rechaza» los hechos de violencia en Putumayo. La organización armada solicitó activar el mecanismo de verificación y esclarecimiento acordado en los diálogos para determinar los hechos y circunstancias del ataque.
La Cneb reafirmó su «compromiso de paz» y la seriedad con la que han llevado el proceso de diálogos, destacando su respeto por los derechos humanos en los territorios. La respuesta busca mitigar la tensión generada por el ultimátum del Gobierno y mantener la continuidad de las negociaciones de paz.
La Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano emitió un comunicado en el que «lamenta y rechaza» los hechos de violencia en Putumayo. La organización armada solicitó activar el mecanismo de verificación y esclarecimiento acordado en los diálogos para determinar los hechos y circunstancias del ataque.