En la Sierra Nevada de Santa Marta, hay un epicentro de cultura, historia y belleza sin igual. Ciudad Perdida, un lugar sagrado de la cultura Tayrona engalanada de hermosos paisajes de bosque, selva y la compañía de comunidades indígenas (Kogui, Wiwa, Arahuaco, Kankuamo) que aún predominan en la zona.
Primicia Diario
Colombia se posiciona firmemente como un referente de vanguardia en América Latina y el Caribe en el desarrollo del turismo indígena. Este liderazgo se cimienta en un modelo que se distancia de las prácticas turísticas convencionales, priorizando la autonomía, la identidad cultural y el enfoque ancestral del «Buen Vivir» de sus comunidades originarias.
El reconocimiento regional fue solemnemente ratificado durante la Primera Cumbre de Turismo Indígena de América Latina y el Caribe (CTILAC 2025), celebrada en Popayán. El encuentro reunió a delegados de más de 18 naciones, consolidando a Colombia como el epicentro del debate sobre un turismo basado en el respeto por la diversidad cultural y los saberes ancestrales.
Pilares del Liderazgo
La consolidación de este modelo se sustenta en ejes estratégicos bien definidos, enfocados en devolver el control de la actividad a sus custodios naturales:
Fortalecimiento Cultural y Autogestión
El núcleo del modelo colombiano es la gestión propia. El turismo se concibe como una herramienta de autodeterminación y fortalecimiento cultural, donde son las propias comunidades las que definen la narrativa de su cultura y los términos de interacción con los visitantes. Un avance significativo es el diálogo intercultural con la Mesa Permanente de Concertación (MPC) para la construcción participativa de una Política Pública de Turismo Indígena, cuyo objetivo es establecer normas claras y fortalecer el gobierno propio de los pueblos en materia de educación, prácticas culturales e historia.
Impacto Socioeconómico y Regeneración Ambiental
El turismo organizado es visto como un potente motor de transformación, especialmente en un contexto donde cerca del 43% de las comunidades aún enfrenta la pobreza. Al generar ingresos, mejorar la infraestructura local y crear empleo sin comprometer el entorno cultural, ofrece un desarrollo económico diferencial.
A nivel ambiental, el modelo promueve la Conservación Activa. Iniciativas, sobre todo en la Amazonia, demuestran la eficacia del ecoturismo comunitario, que no solo impulsa el empleo, sino que logra reducir la deforestación hasta en un 50%, fomentando un desarrollo sostenible y regenerativo. El país ya cuenta con un registro base de 626 iniciativas de turismo comunitario, con fuerte presencia en departamentos como Cauca, Nariño y La Guajira.
Materialización del Modelo
Este enfoque se materializa en operadoras y proyectos exitosos, enteramente liderados por las comunidades:
Macuira Tours (La Guajira): Una empresa operadora Wayúu que gestiona la visita al Parque Nacional Natural Macuira, integrando a su comunidad en la cadena de valor con servicios de transporte, alimentación y artesanías.
Wet Pekhuwa Tours (Cauca): Operadora creada por la comunidad Nasa en Caldono, enfocada en rutas culturales y naturales que exploran cascadas y sitios sagrados, priorizando la unidad comunitaria.
Tomacache Mocagua (Amazonas): Una iniciativa que involucra a artesanos y a una red de mujeres cocineras tradicionales para promover la gastronomía local y la fabricación de piezas autóctonas.
Las comunidades indígenas del Cauca, son un símbolo de autoridad y solidaridad.