Carlos Enrique Vélez, alias «Víctor»

El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez continúa generando un gran interés y debate en Colombia, especialmente tras la reciente jornada del 7 de abril de 2025, que se centró en el testimonio de Carlos Enrique Vélez, alias «Víctor», y Eurídice Cortés, alias «Diana». La declaración de Vélez es particularmente relevante, ya que revela supuestos intentos de soborno que implican a Diego Cadena, el abogado de Uribe en ese momento.

Según Vélez, se le ofrecieron 200 millones de pesos para que se retractara de sus declaraciones anteriores en las que señalaba a Iván Cepeda, un senador y adversario político de Uribe. Este testimonio sugiere que la estrategia de defensa de Uribe podría haber incluido tácticas cuestionables para desacreditar a Cepeda y fortalecer su propio caso. Además, Vélez ha afirmado haber escrito una carta en la que menciona tener pruebas sobre los ofrecimientos para que declarara a favor de Uribe, lo que podría añadir más complejidad al caso.

Vélez afirmó  que Cadena le ofreció $200 millones de pesos, de los que habría alcanzado a recibir cerca de $50 millones, para declarar contra el senador Iván Cepeda y, así, beneficiar con su testimonio al expresidente.

La defensa de Uribe Vélez tiene ahora la oportunidad de contrainterrogar a los testigos y presentar sus propias evidencias, lo que podría cambiar la dirección del juicio. La importancia de los testimonios de testigos como Vélez y Cortés radica en que podrían influir significativamente en la percepción pública y judicial del caso, dado que se trata de acusaciones graves que implican la manipulación de testigos y el uso de recursos ilegales en el proceso judicial.

El caso ha estado en el ojo del huracán desde sus inicios, con la Corte Suprema de Justicia investigando las denuncias de Uribe contra Cepeda por supuestos intentos de obtener testimonios falsos. La decisión de la Corte de declarar inocente a Cepeda y encontrar pruebas que apuntan a la posible culpabilidad de Uribe ha llevado a este juicio que ahora se desarrolla en la justicia ordinaria tras la renuncia de Uribe al Senado.

A medida que avanza el proceso, se espera que las próximas jornadas continúen arrojando luz sobre las alegaciones y la conducta de los involucrados, lo que podría tener repercusiones significativas tanto en el ámbito político como en el judicial en Colombia.