En un avance significativo para la implementación del Acuerdo de Paz, el Gobierno nacional, a través del programa Fincas para la Paz, hizo entrega formal de tres predios que suman un total de 1.055 hectáreas a firmantes de paz del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Caño Indio, ubicado en el complejo territorial del Catatumbo. Esta acción estratégica busca proporcionar a los excombatientes, que apostaron por la legalidad, oportunidades concretas para reconstruir sus vidas mediante el desarrollo de proyectos productivos agroalimentarios en la región.
El director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, precisó que estos terrenos se encuentran estratégicamente localizados en la zona rural de Cúcuta, permitiendo la reubicación segura de 45 firmantes de paz que previamente residían en el ETCR de Caño Indio, en el municipio de Tibú (Norte de Santander). Estos excombatientes se vieron forzados a abandonar su anterior ubicación debido a la creciente presión ejercida por grupos armados ilegales. Harman enfatizó que esta entrega garantiza «tierra, seguridad y medios» esenciales para el florecimiento de sus iniciativas productivas, destacando la labor coordinada con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
En consonancia con este esfuerzo, Alejandra Miller, directora de la ARN, anunció un importante respaldo financiero para los proyectos de los firmantes de paz. La entidad destinará 6.000 millones de pesos para brindar acompañamiento técnico y recursos económicos a las iniciativas productivas, tanto individuales como colectivas, que se vieron afectadas por la compleja situación humanitaria en la zona. Por su parte, Dairo Alberto Vallejo, firmante de paz y coordinador del ETCR de Caño Indio, celebró la entrega de estas tierras como un cumplimiento tangible del Acuerdo de Paz, manifestando la «esperanza e ilusión» que representa para la construcción de viviendas y un futuro promisorio para los excombatientes.
El ETCR Caño Indio, desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, ha emergido como un enclave fundamental para los procesos de reincorporación en el desafiante territorio del Catatumbo. A pesar de los persistentes problemas de seguridad y la presencia de economías ilícitas, las familias de firmantes de paz han demostrado una firme voluntad de transformar su realidad a través del trabajo digno, la convivencia pacífica y la producción agrícola. Caño Indio se erige, así, como un símbolo de resiliencia y una prueba fehaciente de la continua creencia en el diálogo, la legalidad y la promesa de un futuro mejor para la región.
El ETCR Caño Indio, desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, ha emergido como un enclave fundamental para los procesos de reincorporación en el desafiante territorio del Catatumbo
