15 campesinos del vichada iniciaron el proyecto «Triángulo del Cacao», pionero en desarrollo sostenible y sustitución de economías ilícitas.
Vichada, Colombia.
Quince líderes campesinos del Catatumbo, una región históricamente azotada por la violencia y los cultivos ilícitos, están explorando una ruta hacia la prosperidad y la legalidad. Gracias a una iniciativa del Gobierno Nacional, estos labriegos viajaron al municipio de Güerima, Vichada, para conocer de primera mano el exitoso modelo del «Triángulo del Cacao», un proyecto pionero en desarrollo sostenible y sustitución de economías ilícitas.
Los campesinos del Catatumbo, representantes de diversas comunidades de Norte de Santander, entablaron contacto en Vichada con miembros de más de 850 familias. Estas familias, que en el pasado dependían de la siembra de coca y el procesamiento de drogas, hoy encuentran su sustento en el cultivo legal de cacao y aguacate. El viaje, apoyado por el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, buscaba que los líderes del Catatumbo conocieran los detalles, beneficios y transformaciones logradas en Güerima, con la meta de replicar este modelo virtuoso en su propio territorio y así, cambiar la economía ilegal por una producción con amplia salida en mercados nacionales e internacionales.
Territorio de Oportunidades
El «Triángulo del Cacao», conformado por Güerima, Chupaba y Puerto Príncipe (Cumaribo), es un testimonio vivo de transformación. Históricamente, desde la década de los años 80, esta zona fue sinónimo de conflicto y narcotráfico. Narcotraficantes desplazaron a campesinos para obligarlos a sembrar coca y procesar droga, lo que desencadenó una profunda crisis social marcada por homicidios, prostitución, drogadicción y reclutamiento forzado, todo bajo el férreo dominio de las extintas FARC.
El punto de inflexión llegó con la neutralización de alias ‘Negro Acacio’, máximo cabecilla de las FARC en la región, en septiembre de 2007. Tras su caída, y por iniciativa de sus propios habitantes, comenzó un proceso de recuperación del territorio. La presencia institucional, la consolidación de la seguridad y la generación de oportunidades productivas sentaron las bases para el nacimiento del «Triángulo del Cacao». Hoy, florecen economías legales que representan una alternativa digna y segura para sus habitantes.
Durante su visita, los campesinos del Catatumbo recorrieron extensas fincas cacaoteras, donde se cultivan cerca de 900 hectáreas. Pudieron apreciar de cerca la profunda transformación rural impulsada por la voluntad inquebrantable de sus habitantes, el respaldo gubernamental y una crucial articulación con el sector privado.
Visión de Futuro
Esta iniciativa cuenta con el apoyo y acompañamiento de la Dirección de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito, el Banco Agrario, la Agencia de Desarrollo Rural, la Embajada de Suecia y diversas empresas privadas. Esta alianza estratégica demuestra una apuesta integral por el desarrollo territorial sostenible, donde la colaboración entre lo público, lo privado y la cooperación internacional es fundamental.
Replicando la Esperanza en Nuevos Territorios
Los 15 campesinos del Catatumbo pudieron resolver sus dudas, conocer cada etapa del proceso y constatar cómo el tránsito de la ilegalidad a la legalidad genera bienestar, confianza y tranquilidad. El miedo al sobrevuelo de helicópteros militares o a la presencia de tropas ha sido reemplazado por la certeza de que son símbolos de seguridad, esperanza y desarrollo.
Este proyecto es un faro de esperanza que demuestra que, con voluntad, apoyo y la colaboración entre diferentes actores, es posible transformar realidades complejas y construir un futuro más próspero y seguro para las comunidades afectadas por el conflicto y la ilegalidad.
Los 15 campesinos del Catatumbo pudieron resolver sus dudas, conocer cada etapa del proceso y constatar cómo el tránsito de la ilegalidad a la legalidad genera bienestar, confianza y tranquilidad.