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El Cauca en llamas: HOSTIGAMIENTOS DE LAS FARC. UN POLICÍA MUERTO

Un infierno se convirtió el  ataque de las FARC contra la estación de Policía en el caserío de El Carmelo, en Cajibío (Cauca), desató una brutal arremetida que sembró el terror en la población. El hostigamiento, que incluyó ráfagas de fusil y explosivos, provocó la muerte de un uniformado.

 

 

 

Armando Melendez R.

Cajibio- Cauca 

Una nueva y brutal escalada de violencia ha sumido al departamento del Cauca en el terror. Los hostigamientos, atribuidos a las disidencias de las FARC al mando de alias «Iván Mordisco», han dejado un saldo trágico y han puesto en evidencia la escalada del conflicto armado en la región. El ataque más grave se registró en Cajibío, donde la ferocidad del asalto cobró la vida de un uniformado.

El asalto a la subestación de Policía del caserío de El Carmelo, en Cajibío, fue un acto de barbarie. Con ráfagas de fusil y explosivos lanzados con drones, los delincuentes atacaron sin piedad, dejando al patrullero David Fabián Rodríguez Navarro fallecido y a otros cuatro uniformados heridos. En redes sociales, han circulado videos que capturan la desesperación de los agentes que, bajo el fuego, clamaban por refuerzos. El director de la Policía Nacional ha condenado de manera enérgica el atentado y ha prometido que se dará con los responsables.

De forma casi simultánea, la estación de Policía en Silvia, Cauca, fue blanco de un hostigamiento similar. Varios testigos denunciaron que individuos en un vehículo particular dispararon ráfagas de fusil contra las instalaciones. Afortunadamente, la rápida reacción de las autoridades logró repeler el ataque. Aunque se reportaron daños materiales, no se registraron uniformados heridos ni víctimas civiles en este municipio.

Estos hechos se suman a una serie de hostigamientos coordinados en municipios como Caloto, Corinto, Toribío y Miranda, lo que evidencia una ofensiva planeada por el grupo armado ilegal. La población civil, atrapada en medio del fuego cruzado, ha manifestado su temor y su desespero. Por esta razón, las autoridades departamentales han hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para reforzar la seguridad en la región y evitar más tragedias.

Desde el interior de la sede policial, las unidades soportaron la arremetida de las FARC, mientras clamaban desesperadamente por refuerzos.