Noticias, TOP

Científico colombiano transforma la semilla de aguacate en bioplástico innovador:¡DE RESIDUO A SOLUCIÓN SOSTENIBLE!

Antes de desecharse, el corazón del aguacate (pepa) tendría una segunda oportunidad. Foto: Duván Camilo Fuquen Espinel, magíster en Física de la UNAL.

 

 

Agencia Unal 

En un giro sorprendente que podría revolucionar la lucha contra la contaminación plástica, el magíster en Física de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, Duván Camilo Fuquen Espinel, ha logrado convertir la desechada semilla de aguacate en un material similar al plástico, pero completamente biodegradable.

Ante la alarmante cifra de miles de toneladas de semillas de aguacate Hass desperdiciadas anualmente en Colombia, uno de los principales exportadores mundiales de este fruto, el investigador se propuso un ambicioso reto. Tras meses de experimentación en laboratorio, la respuesta fue contundente: era posible crear un bioplástico a partir de este residuo, utilizando procesos asequibles que combinan física, química y una gran dosis de ingenio científico.

El almidón, la clave biodegradable

El secreto de esta transformación reside en el almidón, un carbohidrato natural abundante en la semilla del aguacate. Este compuesto, utilizado por las plantas para almacenar energía, tiene la valiosa propiedad de ser biodegradable, descomponiéndose en el medio ambiente sin generar residuos tóxicos.

La innovación de Fuquen va más allá de la simple utilización del almidón. El investigador, con el apoyo de la profesora Posidia Pineda Gómez, logró reducirlo a su mínima expresión, obteniendo nanopartículas de almidón –estructuras miles de veces más pequeñas que un cabello humano– mediante un proceso que involucró la hidrólisis ácida y la aplicación de ultrasonido.

Biopelículas con propiedades sorprendentes

Estas nanopartículas fueron luego combinadas con otros ingredientes naturales como almidón nativo, glicerol (para flexibilidad) y xiloglucano (extraído del tamarindo para mayor resistencia y elasticidad), dando como resultado unas láminas delgadas y flexibles denominadas biopelículas.

Los análisis de laboratorio revelaron propiedades notables: la adición de tan solo un 1% de nanopartículas duplicó la resistencia al estiramiento de las películas. Aquellas con un 8% de xiloglucano demostraron una flexibilidad excepcional, pudiendo doblarse y estirarse sin romperse. Además, estas biopelículas se degradaron completamente en menos de 15 días al ser enterradas en tierra húmeda, un contraste abismal con los siglos que tardan en descomponerse los plásticos convencionales.

Beneficios adicionales

Un detalle llamativo es el color naranja claro de las biopelículas, resultado de los carotenoides presentes en el aguacate, que además de aportar un atractivo visual, poseen propiedades antioxidantes que podrían contribuir a la conservación de los alimentos.

Las pruebas también confirmaron que las biopelículas con nanopartículas son menos permeables al vapor de agua, lo que las convierte en una excelente opción para el envasado de productos frescos. Asimismo, su resistencia a la rotura las posiciona como un potencial reemplazo del plástico en diversas aplicaciones, desde envolver frutas hasta empaquetar cereales.

Este innovador proyecto liderado por un científico colombiano abre una puerta prometedora para darle un nuevo valor a un residuo masivo como la semilla de aguacate, transformándolo en una solución tangible frente al creciente problema de la contaminación plástica y la presencia de microplásticos en el medio ambiente.

Duván Camilo Fuquen Espinel, magíster en Física de la UNAL.