Banqueros, políticos, miembros de la realeza, financieros internacionales o dueños de los principales medios de comunicación, son ejemplos de los miembros del club Bilderberg.
Quienes Gobiernan detrás de las Sombras
El camino que va tomando la humanidad, con los intentos de proliferar el fascismo y el sionismo por los grupos de poder, encabezado por Estados Unidos, la Unión Europea y la oligarquía en distintos países, recomiendo la lectura de este artículo que publiqué en 2010.
«Crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional..Cierto, esto es así. El mundo está viviendo actualmente esta crisis emocional» .
Lázaro David Najarro Pujol
Una amiga me prestó, solo por unos días, el sorprendente libro «El Club Bilderberg. Los amos del mundo», de la periodista española egresada de la Universidad de Salamanca, Cristina Martín Jiménez. A esta primicia se añadieron los datos y comentarios de Fidel en su Reflexión El Gobierno Mundial (Primera parte), que me adentró aún más en un panorama verdaderamente pasmoso.
Tras leer la contraportada del texto de Martín Jiménez me impresionó su contenido y sentí el mismo escalofrío que la autora cuando por vez primera le hablaron del tema. «Su existen¬cia parecía más ciencia-ficción que realidad. Me propuse el reto de desvelar los secretos de ese poderoso grupo que actúa discretamente para controlar el mundo. Rápidamente contacté con un investigador que lleva años siguiéndoles la pista, cuyo nombre omitiré por su seguridad personal. Éste me dijo: «Bilderberg es igual que Gran Hermano, el ojo que todo ve y controla. No actúan por dinero, ya tienen muchísimo; es por poder. El objetivo real es el poder absoluto, convertir a la gente en esclavos».
Es una investigación reveladora de la realidad de quienes pretenden mantener en sus manos inescrupulosas los destinos del planeta, de quienes gobiernan detrás de las sombras, de los pocos que mueven los hilos como si los humanos fueran marionetas: la elite financiera, empresarial, política, académica y de los medios de comunicación del primer mundo, especialmente de Estados Unidos y Europa, donde prima la voluntad de los Estados Unidos, por encima del consenso o votación universal.
Para escribir el libro Cristina se enfrentó a gente muy peligrosa a pesar de las advertencias del investigador: «Te perseguirán a ti y a tu familia. Os lo quitarán todo, os dejarán en la calle. Ningún abogado querrá defenderte. No volverás a trabajar nunca. Llamarán a todas partes y pronunciarán tu nombre para que nadie te contrate. Retirarán el libro de las librerías con una sola llamada. Voces anónimas me han amenazado con secuestrarme, incluso con matarme…»
Pero la autora afrontó el reto porque «…por supuesto, no podía permitir que fuese el miedo el que decidiera por mí. Por eso comencé a investigar» . Y de su investigación nos regala esta denuncia de los objetivos muy bien definidos del Club Bilderberg: globaliza todo, el pensamiento único y la imposición de modelos igualitarios en todo el planeta, pone a los gobernantes en los diferentes países y controla las culturas y que lamentablemente ha existido desde los inicios de la historia del mundo, pero que tuvo una etapa esplendora (que aún mantiene), en plena guerra fría.
El club lo integran unos 130 líderes, entre los que pueden estar también importantes presidentes, primeros ministros, reyes y reinas de todas las casas europeas, y personas con grandes influencias y, por supuesto, capital financiero. Lo que pretenden no es solo buscar más dinero, sino además mantener el poder para continuar influyendo (como una conspiración) en los principales sectores de la sociedad y, desde ahí, controlar a la masa.
Nos cuenta en el libro que la primera reunión del Club Bilderberg se efectuó del 29 al 31 de mayo de 1954, en la localidad holandesa de Oosterbeck, en el hotel Bilderberg, por eso el nombre de ese grupo. El anfitrión fue el príncipe Bernardo de Holanda, padre de la Reina Beatriz, propietario del hotel, estrechamente relacionado con las altas esferas del poder financiero y político occidental, quien en su juventud fue miembro activo del partido nazi.
Actualmente encabeza el grupo como presidente honorario, Ettiene Davignon, político y empresario belga y ex vicepresidente de la Comunidad Europea. Según la Enciclopedia libre: “El grupo se reúne una vez al año, en secreto, en complejos de cinco estrellas de Europa y Norteamérica. Tiene una oficina en Leiden, Holanda Meridional.
En el año 2009, la elite mundial del Club Bilderberg, se reunió en secreto a mediados de mayo de 2009, en Grecia, en su conferencia anual para decidir ellos solos cuál será el destino de la humanidad en las venideras etapas.
Precisamente el Comandante en Jefe Fidel Castro, en su Reflexión El Gobierno Mundial (Primera parte), citó el libro de Daniel Estulin «La verdadera historia del Club Bilderberg».
Según el escritor los principales objetivos del club serían en primer lugar ‘instituir’ un sólo gobierno planetario, con un único mercado globalizado, con un sólo ejército y una única moneda, regulada por un Banco Mundial. No faltaría, una Iglesia universal, que canalice a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de las religiones serán destruidas.
Daniel Estulin investigó que es propósito de ese Gobierno Mundial la implementación de servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.
La absurda mentalidad del Club Bilderbergno faltaría el control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental, ni tampoco una sociedad postindustrial de «crecimiento cero», que acabará con la industrialización y la producción de energía eléctrica nuclear (excepto para las industrias de los ordenadores y servicios).
Las industrias canadienses y estadounidenses que queden serán exportadas a países pobres como Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Nicaragua, etc., en los que existe mano de obra barata. Se hará realidad, entonces, uno de los principales objetivos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte).
En la estrategia fascistas de ese gran poder está presente la muerte de cuatro mil millones de personas, a las que Henry Kissinger y David Rockefeller llamaron bromeando «estómagos inservibles», por medio de las guerras, el hambre y las enfermedades. Esto sucederá hacia el año 2050.
«De los dos mil millones de personas restantes, 500 millones pertenecerán a las razas china y japonesa, que se salvarán gracias a su característica capacidad para obedecer a la autoridad», es lo que afirma John Coleman en su libro Conspirators’ Hierarchy: The Story of the Committee of 300. El doctor Coleman es un funcionario de inteligencia retirado que descubrió un informe encargado por el Comité de los 300 a Cyrus Vance «sobre cómo llevar a cabo el genocidio». Según la investigación de Coleman, el informe fue titulado «Global 2000 Report», «aprobado por el presidente Carter, en nombre del Gobierno de Estados Unidos y refrendado por Edwin Muskie, secretario de Estado». Según este informe, «la población de Estados Unidos se verá reducida a 100 millones hacia el año 2050».
Ya se refleja el control de la política externa e interna de Estados Unidos (cosa ya conseguida a través del Gobierno de Bush), Canadá (controlada por Inglaterra) y Europa (a través de la Unión Europea); y pretende una ONU más poderosa que, finalmente, se convierta en un Gobierno Mundial. Una de las medidas que conducirán a ello es la creación del impuesto directo sobre el «ciudadano mundial».
Al profundizar sobre el contenido del libro de Cristina Martín Jiménez, «El Club Bilderberg. Los amos del mundo» , y leer la referida reflexión del Comandante en Jefe Fidel Castro comprendo con mayor claridad el sentido del texto de la periodista española, quien sintió escalofríos cuando por vez primera le hablaron del tema. “Su existencia parecía más ciencia-ficción que realidad. Me propuse el reto de desvelar los secretos de ese poderoso grupo que actúa discretamente para controlar el mundo».
Para Daniel Estulin en «La verdadera historia del Club Bilderberg», los principales objetivos del club serían:
Un sólo gobierno planetario, con un único mercado globalizado, con un sólo ejército y una única moneda, regulada por un Banco Mundial.
Una Iglesia universal, que canalice a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de las religiones serán destruidas.
Unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.
El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental. Este plan está descrito en el libro Technotronic Era (Era Tecnotrónica), de Zbigniew Brzezinski, miembro del Club. En el Nuevo Orden Mundial no habrá clase media; sólo sirvientes y gobernantes.
Una sociedad postindustrial de «crecimiento cero», que acabará con la industrialización y la producción de energía eléctrica nuclear (excepto para las industrias de los ordenadores y servicios). Las industrias canadienses y estadounidenses que queden serán exportadas a países pobres como Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Nicaragua, etc., en los que existe mano de obra barata. Se hará realidad, entonces, uno de los principales objetivos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte).
El crecimiento cero es necesario para destruir los vestigios de prosperidad y dividir a la sociedad en propietarios y esclavos. Cuando hay prosperidad, hay progreso, lo cual hace mucho más difícil la represión.
Cabe incluir en ello la despoblación de las grandes ciudades, según el experimento llevado a cabo en Camboya por Pol Pot. Los planes genocidas de Pot fueron diseñados en Estados Unidos por una de las instituciones hermanas de Bilderberg, el Club de Roma..
La muerte de cuatro mil millones de personas, a las que Henry Kissinger y David Rockefeller llaman bromeando «estómagos inservibles», por medio de las guerras, el hambre y las enfermedades. Esto sucederá hacia el año 2050. «De los dos mil millones de personas restantes, 500 millones pertenecerán a las razas china y japonesa, que se salvarán gracias a su característica capacidad para obedecer a la autoridad», es lo que afirma John Coleman en su libro Conspirators’ Hierarchy: The Story of the Committee of 300.
El doctor Coleman es un funcionario de inteligencia retirado que descubrió un informe encargado por el Comité de los 300 a Cyrus Vance «sobre cómo llevar a cabo el genocidio». Según la investigación de Coleman, el informe fue titulado «Global 2000 Report», «aprobado por el presidente Carter, en nombre del Gobierno de Estados Unidos y refrendado por Edwin Muskie, secretario de Estado». Según este informe, «la población de Estados Unidos se verá reducida a 100 millones hacia el año 2050».
Crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional. Confundirán y desmoralizarán a la población para evitar que decidan su propio destino, hasta el extremo de que la gente «tendrá demasiadas posibilidades de elección, lo que dará lugar a una gran apatía a escala masiva».
Un férreo control sobre la educación con el propósito de destruirla. Una de las razones de la existencia de la UE (y la futura Unión Americana y Asiática) es el control de la educación para «aborregar» a la gente. Aunque nos resulte increíble, estos esfuerzos ya están dando «buenos frutos». La juventud de hoy ignora por completo la Historia, las libertades individuales y el significado del mismo concepto de libertad. Para los globalizadores es mucho más fácil luchar contra unos oponentes sin principios.
El control de la política externa e interna de Estados Unidos (cosa ya conseguida a través del Gobierno de Bush), Canadá (controlada por Inglaterra) y Europa (a través de la Unión Europea).
Una ONU más poderosa que se convierta, finalmente, en un Gobierno Mundial. Una de las medidas que conducirán a ello es la creación del impuesto directo sobre el «ciudadano mundial».
La expansión del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte) por todo el hemisferio occidental como preludio de la creación de una Unión Americana similar a la Unión Europea.
Una Corte Internacional de Justicia con un sólo sistema legal.
Un estado del bienestar «socialista» donde se recompensará a los esclavos obedientes y se exterminará a los inconformistas y alborotadores.