Primicia Diario
El Gobierno de Colombia ha manifestado su profunda «solidaridad y consternación» con la República de Jamaica ante la catástrofe desatada por el huracán Melissa. Este fenómeno meteorológico, que alcanzó la máxima categoría 5, ha dejado una trágica estela de víctimas y una afectación material sin precedentes en la nación caribeña.
La respuesta de Bogotá se articula a través de su misión diplomática, reflejando el compromiso inherente de cooperación regional ante los embates de la naturaleza.
Colombia Gestión y Ayuda
El liderazgo diplomático colombiano ha sido crucial en la gestión inicial de la crisis:
La voz más enfática en la escena internacional provino de la embajadora de Colombia en Jamaica, Emiliana Bernard Stephenson, quien, en una declaración contundente, sentenció que «Jamaica está destruida». La embajadora procedió a realizar un «llamado urgente a la comunidad internacional» para que se movilice y brinde apoyo humanitario vital a la isla.
La Embajada colombiana confirmó que trabaja en «estrecha coordinación» con la Cancillería y el Gobierno jamaiquino, enfocada en «canalizar los apoyos» que Colombia pueda ofrecer a su nación vecina.
Desde los momentos previos al impacto, la misión diplomática mantuvo un «seguimiento permanente a turistas y residentes» colombianos, particularmente en zonas de alto riesgo como Montego Bay, para garantizar su seguridad y coordinar acciones con las autoridades locales.
Víctimas y Afectaciones
El huracán Melissa ha sido catalogado como «la tormenta más fuerte que jamás haya golpeado la isla caribeña». La magnitud de la devastación llevó al primer ministro jamaiquino, Andrew Holness, a declarar formalmente al país como «zona catastrófica».
Detalle de los Daños
Reportes preliminares confirmaron al menos cuatro muertes en Jamaica, una cifra que las autoridades advierten que podría aumentar a medida que avanzan las operaciones de rescate.
Los conteos iniciales indican que alrededor de 1.5 millones de personas, de los casi 3 millones de habitantes, se han visto afectadas por el ciclón. Más de 13.000 personas fueron desplazadas, activándose más de 521 albergues.
Se reportaron graves inundaciones, colapso de carreteras destruidas y la incomunicación de numerosas comunidades en parroquias como Clarendon, Manchester, Saint Elizabeth y Westmoreland.
Los centros hospitalarios del suroeste de Jamaica sufrieron daños. El Aeropuerto Internacional Norman Manley en Kingston requirió varios días para ser reabierto y recibir vuelos de ayuda de emergencia.
El huracán tocó tierra con vientos de hasta 295 kilómetros por hora, causando una «destrucción estructural total» en las áreas más expuestas.
Ayuda
La tragedia de Jamaica ha movilizado a la región caribeña y a socios internacionales:
Entidades como el Programa Mundial de Alimentos (WFP) han alertado sobre la necesidad urgente de asistencia alimentaria para más de 720.000 personas.
Anunció el envío de un cargamento de 20 toneladas de ayuda humanitaria para Jamaica, a través de la aerolínea estatal Conviasa, como parte de su asistencia a los pueblos afectados del Caribe, por parte de Venezuela.
Otros aliados clave como Estados Unidos, el Reino Unido (con $3.3 millones de dólares en fondos de emergencia) y Puerto Rico también se han comprometido a enviar recursos y conocimiento para apoyar la recuperación de la isla.
La situación en Jamaica tras el huracán Melissa ha generado una respuesta de solidaridad activa por parte de Colombia, que se compromete a asistir a su vecino caribeño en la fase de recuperación y reconstrucción.
