El DANE reveló cifras alentadoras: más de un millón de colombianos encontraron empleo, impulsando la tasa de desocupación a su nivel más bajo en ocho años.

El mercado laboral colombiano respira con alivio. El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) anunció hoy que la tasa de desempleo en marzo de 2025 se desplomó hasta el 9,6%, marcando el registro más bajo desde el año 2017. Este resultado representa una significativa disminución de 1,7 puntos porcentuales en comparación con el 11,3% reportado en el mismo periodo del año anterior.

Según el informe oficial, esta dinámica positiva se traduce en la incorporación de 1’057.000 personas a la población ocupada a nivel nacional. El buen desempeño se concentró especialmente en las 13 principales ciudades del país y sus áreas metropolitanas, donde la desocupación descendió al 9,3%, una reducción de 1,4 puntos porcentuales frente al 10,8% de marzo de 2024.

La tasa global de participación también mostró un ligero incremento, situándose en 67,4%, mientras que la tasa de ocupación avanzó hasta el 61,1%. Estos indicadores reflejan una mayor proporción de la población activa con empleo.

El análisis por sectores económicos revela que la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca lideraron la creación de empleo con 381 mil nuevos ocupados, seguido por las industrias manufactureras y el sector de alojamiento y servicios de comida.

Sin embargo, el panorama no es homogéneo en todo el territorio nacional. Ciudades como Arauca, Quibdó y Buenaventura continúan registrando tasas de desempleo significativamente superiores al promedio nacional.

En cuanto a la informalidad, a nivel nacional se ubicó en 57,7%, aunque se observa una marcada diferencia entre las grandes ciudades (43,9% en las 13 principales áreas metropolitanas) y los centros poblados y rural disperso (84,3%).

El informe también destaca una persistente brecha de género en el desempleo, con una tasa del 22,8% para las mujeres frente al 13% para los hombres en el trimestre enero-marzo de 2025. No obstante, se registró una reducción en la desocupación juvenil a nivel nacional y en las principales ciudades.

Este significativo descenso en la tasa de desempleo representa una noticia alentadora para la economía colombiana y un respiro para miles de familias. Sin embargo, los desafíos persisten en la reducción de la informalidad y la disminución de la brecha de género en el mercado laboral.