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EL FANTASMA

Janaína Prazeres

El día que Diomedes Díaz visitó Olímpica Stereo

Javier Fernández Maestre, reconocido locutor y director de Olímpica Stereo Valledupar, es una de las voces más influyentes del vallenato en Colombia. Con casi 30 años de experiencia en radio, su criterio es clave para determinar el éxito de una canción en el género. Su sello de aprobación es, para muchos artistas, garantía de proyección y reconocimiento.

En una entrevista con Pluralidad Z, Fernández Maestre recordó su primer encuentro con el legendario cantante Diomedes Díaz, un episodio que marcó el inicio de una gran amistad.

Un primer encuentro inesperado

A pesar de haber vivido durante años en Valledupar, Diomedes nunca había visitado Olímpica Stereo. «El Cacique duró muchos años en la ciudad, y yo trabajando en la emisora, pero jamás había puesto un pie allí», relató Fernández Maestre.

Todo cambió cuando la emisora preparaba un disco promocional con figuras como Juancho Rois, Jorge Oñate, Iván Villazón y Beto Zabaleta. Faltaba la voz de Diomedes. A través de un amigo en común, lograron acercarse a él, pero la primera impresión no fue la mejor. «Nos atendió muy mal», confesó el locutor.

El giro inesperado

Días después, la historia tomó otro rumbo. Diomedes los sorprendió con una invitación a su casa. «Entren, bienvenidos. ¡Qué honor conocerlos!», les dijo el cantante, llevándolos a su sala y mostrándoles su imagen de la Virgen del Carmen.

En ese encuentro, el ídolo vallenato se comprometió a visitar Olímpica Stereo al día siguiente. «Les juro por la Virgen del Carmen que mañana estoy allá en la emisora. Nunca he ido. Me guardan desayuno: una arepa con jugo de naranja», prometió.

Pero la promesa no se cumplió.

Un revuelo inesperado en la emisora

Aunque no apareció al día siguiente, la sorpresa llegó el viernes de esa misma semana. A primera hora de la mañana, mientras conducía su programa, Javier recibió una llamada.

—«Olímpica, buenos días»— respondió.

—«Javier, buenos días, te saluda Diomedes»— escuchó al otro lado de la línea.

El locutor pensó que era una broma y colgó. Pero la insistencia del cantante lo convenció, y, 15 minutos después, Diomedes Díaz llegó a la emisora.

Lo que sucedió a continuación fue inolvidable. «Jamás había visto algo tan impresionante. En menos de 10 minutos tuve que llamar a la policía. El vidrio de la emisora quedó desmigajado por la multitud de fans que querían verlo», recordó Fernández Maestre.

Desde ese día, nació una amistad inquebrantable. Javier se convirtió en uno de los grandes defensores de Diomedes, incluso en sus momentos más difíciles. «Cuando tuvo su crisis, lo blindé desde la emisora, con su música, con especiales», afirmó.

Así fue el encuentro que marcó la relación entre dos grandes del folclor vallenato.