Revolución en RCN Radio: ¿El Fin de la Noticias en la Era del Entretenimiento y el Magazín?
Una profunda reestructuración sacude los cimientos de RCN Radio, generando incertidumbre y «pánico escénico» en sus oficinas. La Organización Ardila Lülle, propietaria de la cadena, ha designado a José Antonio de Brigard, actual presidente de RCN Televisión, para asumir también la presidencia de la emisora. La llegada de De Brigard ha desencadenado una drástica revisión administrativa, que ya se traduce en la eliminación de cargos directivos y la unificación de las operaciones de radio y televisión.
Ante su desconocimiento del ámbito radial, De Brigard habría consultado a Alejandro Villalobos, figura reconocida en el espectro musical, sobre el rumbo de la cadena. Villalobos, motivado por la oportunidad, habría sugerido abandonar el formato tradicional de «machacar canciones» para adoptar una «radio hablada», emulando el modelo de magazín que ha popularizado Julio Sánchez Cristo.
La visión es clara: competir con los exitosos formatos de Blu, La W y Caracol Radio, que combinan segmentos serios con un tono más distendido y un acercamiento flexible al poder político. En las conversaciones internas, la propuesta se perfila como un «éxito», pero plantea una pregunta fundamental: ¿Qué lugar tendrán las noticias? El formato tradicional informativo podría quedar relegado a un segundo plano, priorizando el diálogo y los contenidos de corte trivial.
Este viraje augura el posible ocaso de la radio tal como se ha conocido en Colombia. La noticia, en su esencia investigativa, perdería espacio, relegándose a comentarios basados en rumores de redes sociales o «Inteligencia Artificial», sin la profundidad que caracterizó al medio en sus tiempos de profesionalismo.
La «genial idea» de RCN Radio sería consolidar un gran magazín en la FM, mientras que la cadena básica (conocida por más de 60 años) se convertiría en una emisora dedicada casi exclusivamente a la reproducción musical. La emisión de informativos del Canal RCN en la radio sería tan sencilla como «enchufar un cable», un experimento que ya resultó infructuoso en el pasado para Canal Uno y Caracol Radio.
La presencia de RCN en eventos se vería reducida, argumentando que las redes sociales suplen esa función, lo que implicaría un ahorro significativo en viáticos y logística. Se prevé además la organización de conciertos masivos de música mexicana y popular, gestionados con mínima coordinación. En la «provincia», las emisoras locales se limitarían a retransmitir contenidos de Bogotá, y los hechos regionales solo serían destacados por tragedias.
Este «cambio» se presenta como «progreso» y una «visión futurista de la radio», aunque plantea interrogantes sobre la calidad y el rol de los medios en la información ciudadana, en un contexto donde, curiosamente, el director de la radio juvenil de RCN ya supera los sesenta años.

