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EL FANTASMA

Patricia Rook

 

45 años cumple la carranga de Jorge Velosa, el creador de «La china que yo tenía», «La Rosa mentirosa», «Por fin se van a casar», «La cucharita», «Te digo adiós», «El pedimento», «La pirinola», «La coscojina», «Las diez pulguitas», «Julia Julia Julia», «La muchacha del conejo», «Las diabluras», «La tía Carmela», «La Dioselina», «Alerta por mi ciudad», «La gallina mellicera», «Póngale cariño al monte», «El marranito», «Rosita la de las cartas», «El rey pobre», «Mi compadre chulo», «Qué mujer más bella ella».

Unos dicen que fue en 1979 y otros que, en 1980, pero lo cierto es que son cuarenta años de la primera grabación de la música carranguera con un álbum que contenía 11 éxitos y que Colombia entera gozó sin parar. Temas como «La cucharita», «La coscojina», «Julia, Julia, Julia», «Rosita, la de las cartas», «La deseadita», «Rosa la mentirosa», «La pisca tocona», «La china que yo tenía», «Silvita, la condenada», «El saceño» y «La rumba carranguera» quedaron en el corazón musical de miles de colombianos. Fue tanto el furor que impregnaron Javier Moreno, Jorge Velosa, Javier Apráez y Ramiro Zambrano que los llevaron a Nueva York y se convirtieron en la primera agrupación colombiana en cantar en el Madison Square Garden. Siguieron las canciones, los éxitos, infinidad de programas acá y allá, entrevistas por doquier, especiales de televisión y tarimas de todos los tamaños.

«El maestro Jorge Velosa está por encima de todos los reconocimientos, pero está enmarcado con letras doradas en la Sociedad de Autores y Compositores. Admiramos su capacidad creativa, su forma de ser y la manera cómo vislumbra el país», comentó Rafael Manjarrés, vicepresidente de Sayco. «Es imposible que en nuestra programación no incluya al menos diez canciones del maestro cada día», comentó el gerente del sistema Boyacá Radio, Luis Enrique Osorio y algo parecido podrían decir otros colegas en distintas regiones.

La saliva también se agota y el cerebro debe reposar tantico porque exposiciones, conferencias, condecoraciones, cantos con la Orquesta sinfónica, una nueva grabación, charlar periodistas de Estados Unidos, Europa, sorprenden. Pero ha quedado una filosofía carranguera convertida en un sentimiento musical y de letras que interpretan centenares de grupos. Se acompañan de distintos instrumentos como batería y guitarra eléctrica para ampliar los horizontes. En un principio el propio Velosa pensaba que la carranga era netamente campesina, pero resulta que en las ciudades también tiene sus exponentes que hablan de cuidar el planeta, preservar las cuencas hídricas, de los pajaritos y de temas bonitos de amor. Eso emociona a Jorge Velosa.

Le duele la forma como se está tratando a la naturaleza en el país con la contaminación. Le desconcierta todo lo político, las divisiones, las contradicciones, le molesta que la música no suena armoniosamente y no lleve letras inspiradoras. Admira a los nuevos talentos, escucha con atención las iniciativas. No deja de ser Jorge Velosa, el crítico, el analítico. Le apabullan los homenajes que le quieren hacer en el Congreso, el ministerio de Cultura y otras entidades. El país espera la noticia sobre la nueva producción de Velosa.