Política 

El exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, ha sido detenido por las autoridades colombianas tras su llegada al país, luego de ser deportado desde Estados Unidos. Lyons, quien gobernó el departamento entre 2012 y 2015, es una figura central en dos de los mayores escándalos de corrupción de la última década en Colombia: el «cartel de la hemofilia» y el «cartel de la toga». Su regreso pone fin a años de estancia en el extranjero, donde se había convertido en un testigo clave para la justicia estadounidense y colombiana. A su llegada, fue trasladado de inmediato a un centro de detención para responder por los delitos que se le imputan.

El primer gran escándalo que lo vincula es el tristemente célebre «cartel de la hemofilia». Este esquema de corrupción, que desvió miles de millones de pesos del sector de la salud en Córdoba, consistió en el cobro fraudulento al sistema de salud por el tratamiento de pacientes con enfermedades inexistentes como la hemofilia y el síndrome de Down. Según la Fiscalía, durante su administración, Lyons habría sido el líder de esta red, que falsificó documentos, diagnósticos y facturas para desviar los recursos públicos, dejando un hueco fiscal que afectó gravemente la atención médica en el departamento.

Además, la figura de Lyons está intrínsecamente ligada al «cartel de la toga», una red de corrupción judicial que involucró a exmagistrados de las altas cortes. En 2017, Lyons llegó a un acuerdo de cooperación con la justicia de Estados Unidos, donde se comprometió a ser testigo en un caso de lavado de activos y a brindar información sobre la red de sobornos en Colombia a cambio de protección y una reducción de pena. Su testimonio fue fundamental para destapar este entramado, lo que permitió a la Fiscalía General de la Nación avanzar en procesos contra exmagistrados y congresistas. Ahora, en suelo colombiano, sus declaraciones y su acuerdo con la justicia serán cruciales en el desenlace de los múltiples procesos que tiene pendientes.