Cultivos de aguacates 

Cae grupo antioqueño de «emprendedores» y «gente de bien», acusados de lavado de activos y narcotráfico, ocultaba el delito en empresas de aguacates.

Rafael Camargo Vásquez

Judicial 

En una destacada operación de la Fiscalía colombiana, se ha desarticulado una red de lavado de activos que utilizaba el próspero sector de la exportación de aguacates como un sofisticado velo para ocultar los beneficios del narcotráfico.

La investigación revela cómo esta organización criminal, a través de empresas como Aguacates Flórez S.A.S., simulaba operaciones de comercio exterior para legitimar las vastas ganancias obtenidas del envío de cocaína y heroína a mercados en Europa y Estados Unidos.

El epicentro de esta trama delictiva se sitúa en torno a la familia Flórez Oquendo. Los hermanos Juan Andrés y Alirio de Jesús Flórez Oquendo, presuntos cabecillas de la red, fueron capturados y extraditados a Estados Unidos para responder por cargos de narcotráfico.

La investigación también ha señalado la participación de otros miembros del clan familiar. Dorance Flórez Oquendo, hermano de los extraditados, figuraba como el único accionista de la empresa de aguacates y como dueño de Agroganados La Copa SAS, ambas utilizadas en el esquema de lavado.

Las propiedades incautadas se encontraban a nombre de su esposa, hijas y hermanas de Alirio Flórez, entre ellas Liliana Johana y Luz Marina Flórez Oquendo, así como Sandra Cristina García Jiménez, esposa de Alirio y accionista de la empresa. La Fiscalía también ha identificado la vinculación de Adolfo Rojas, quien formaba parte de la junta directiva suplente.

Como resultado de esta operación, la Fiscalía ejecutó una masiva acción de extinción de dominio que afectó bienes valorados en más de 143.746 millones de pesos.

Las propiedades, ubicadas principalmente en el departamento de Antioquia, incluyen 46 inmuebles entre fincas, lotes y una mansión de lujo, así como 18 vehículos de alta gama, tres sociedades comerciales y más de 4.500 cabezas de ganado. El análisis financiero corroboró que los implicados carecían de los recursos lícitos para justificar la adquisición de estas vastas fortunas.

Este caso pone de manifiesto una preocupante tendencia en la que el auge de la industria del aguacate, un sector de alta demanda global, se convierte en un objetivo para el crimen organizado, que busca explotar su cadena de exportación para actividades ilícitas.

La incautación de cargamentos de aguacates con cocaína en su interior, tanto en Colombia como en otros países, subraya la urgente necesidad de implementar controles más rigurosos para salvaguardar la integridad de este floreciente negocio.

Como resultado de esta operación, la Fiscalía ejecutó una masiva acción de extinción de dominio que afectó bienes valorados en más de 143.746 millones de pesos.