Bogotá afronta la peor crisis en materia de basuras. Hasta el alcalde Carlos Fernando Galán, reconoció: «Bogotá está sucia»
La ciudadanía cuestiona a un burgomaestre que, según sus detractores, se dedicó a hacer oposición al presidente Petro y «se olvidó de Bogotá».
Javier Sánchez
Bogotá D.C.
La gestión del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, enfrenta un creciente escrutinio por parte de la ciudadanía y la oposición. A poco más de ocho meses de su mandato, los críticos señalan una «sensación de parálisis» y una presunta inacción en frentes clave que, según afirman, han sumido a la capital en una crisis.
«El Hampa Campea»
Pese a que la administración de Galán reporta una disminución en modalidades de hurto, la percepción de inseguridad sigue siendo alta entre los bogotanos. Concejales de la oposición han denunciado que el mandatario no ha cumplido con su promesa de campaña de recuperar la seguridad. Los señalamientos apuntan a un aumento en los homicidios y la extorsión, además de una supuesta falta de contundencia contra el crimen organizado, lo que ha llevado a algunos a declarar que «el hampa campea» en la ciudad.
El Caos Urbano
El estado de la ciudad en materia de limpieza también ha sido objeto de críticas. El propio alcalde Galán ha reconocido públicamente que «Bogotá está sucia» y que su gestión no ha sido eficaz en el manejo de residuos. El concejal Jairo Avellaneda ha señalado la existencia de cientos de puntos críticos de basura y ha anunciado un proceso de revocatoria del mandato.
En el ámbito de la infraestructura, si bien la alcaldía destaca la inversión en proyectos como el metro, hay preocupación por el retraso en la entrega de otras obras, como la troncal de la Avenida Ciudad de Cali, que enfrenta importantes demoras y ha resultado en la sanción de un contratista por incumplimiento.
Revocatoria en el horizonte
La Procuraduría General de la Nación ha iniciado una indagación preliminar contra el alcalde Galán por presunto incumplimiento de funciones, específicamente por la demora en el nombramiento del alcalde local de Usme, lo que ha generado interinidad en el cargo.
La ciudadanía cuestiona a un burgomaestre que, según sus detractores, se dedicó a hacer oposición al presidente Petro y «se olvidó de Bogotá». Mientras tanto, un concejal del Pacto Histórico promueve la revocatoria de su mandato, lo que pone de manifiesto el descontento y el ambiente de tensión política que rodea la gestión de la capital.