Tomás y Jerónimo Uribe Moreno
Daniel Coronell
«Ni las amenazas de muerte contra mi familia y contra mí, ni las campañas de desprestigio han logrado callarme. Tendrán que acudir a métodos más drásticos»: Daniel Coronell.
Rafael Camargo Vásquez
Bogotá, Colombia.
La tensa relación entre la familia Uribe y el periodista Daniel Coronell ha escalado a un nuevo nivel de confrontación. Tomás y Jerónimo Uribe, hijos del expresidente Álvaro Uribe, han lanzado una convocatoria que ha sido ampliamente interpretada como una campaña de amedrentamiento contra la prensa crítica.
La iniciativa, que ha generado considerable revuelo, consiste en el ofrecimiento de una «recompensa» de 100 millones de pesos a quien proporcione información que pueda ser utilizada en contra del periodista Daniel Coronell y de la empresa NTC, productora del reconocido noticiero Noticias Uno.
La información indica que la «convocatoria» o «recompensa» fue lanzada por los hijos del expresidente Uribe, y ha sido interpretada como una campaña de amedrentamiento.
Frente a esta acción, Daniel Coronell no tardó en responder con firmeza. «Ni las amenazas de muerte contra mi familia y contra mí, ni las campañas de desprestigio han logrado callarme. Tendrán que acudir a métodos más drásticos», sentenció el comunicador, subrayando su postura inquebrantable ante lo que considera presiones.
Este nuevo capítulo se inscribe en una prolongada y notoria disputa entre la familia Uribe y Coronell, marcada por mutuas acusaciones y las recurrentes investigaciones periodísticas del comunicador sobre los bienes y actuaciones de los Uribe. Aunque la formulación específica de la «recompensa» no se ha atribuido directamente a un término explícito en las redes sociales de Tomás Uribe, los medios han caracterizado esta iniciativa como una acción de búsqueda de información con fines judiciales o de desprestigio. La controversia subraya las profundas divisiones en el panorama mediático y político colombiano.
Las organizaciones periodísticas han preferido mirar para otra parte y no se han pronunciado frente a esta peligrosa práctica que se puede establecer en Colombia.