Black Jack’ en la exclusiva isla de Ibiza, España y capturado y señalado como el principal financiero y «capo invisible» del temido Clan del Golfo.
Primicia Internacional
IBIZA, ESPAÑA
En una operación de alto perfil que asestó un golpe directo a la médula financiera del crimen organizado transnacional, las autoridades lograron la captura de alias ‘Black Jack’ en la exclusiva isla de Ibiza, España. Señalado como el principal financiero y «capo invisible» del temido Clan del Golfo, su detención el pasado 4 de octubre de 2025 representa el desmantelamiento de un complejo engranaje que movía la droga colombiana hacia los mercados europeos.
La acción, ejecutada en una coordinación milimétrica entre la Policía Nacional de España y la Dijín de Colombia, pone fin a la carrera criminal de un sujeto que había logrado camuflarse en la alta sociedad, demostrando la creciente sofisticación de los narcotraficantes.
Perfil del ‘Invisible’
‘Black Jack’ encarnaba a la perfección el fenómeno del ‘narco invisible’: cabecillas que abandonan la violencia explícita para centrarse exclusivamente en el blanqueo de capitales y la logística de exportación.
El capo utilizaba la respetable profesión de ingeniero civil como una máscara social en Colombia, una estrategia diseñada para inyectar su vasto capital ilícito directamente en el sector empresarial.
Los investigadores le atribuyen haber gestionado el movimiento de hasta $37.000 millones de pesos en apenas un año, un flujo de caja que garantizaba la operatividad del Clan del Golfo.
El operativo en Ibiza no fue un hecho aislado. De manera simultánea, las autoridades colombianas lograron la captura de Brenda Pineda Bedoya, identificada como su contadora, y realizaron allanamientos en propiedades de lujo en Pereira y Medellín, afectando la estructura de raíz.
Lavado y la Ruta Europea
La red de ‘Black Jack’ destacaba por su audaz ingeniería financiera, con movimientos ilícitos rastreados desde 2018.
Para lavar las ganancias, el capo se apoyaba en empresas fachada como Be2tech Latam, con sede en Medellín, por donde se presume pasaron alrededor de $14.000 millones de pesos para ser ‘limpiados’.
La droga, cuya distribución de pagos en Colombia era coordinada por hombres como Jimmy García Solarte en Bogotá y Medellín, salía de puertos colombianos y de Guayaquil, Ecuador.
El destino final de la cocaína financiada por esta red era el corazón del continente europeo, con puertos en Holanda y España como puntos clave de desembarco.
La captura de ‘Black Jack’ es un recordatorio de que, en el ajedrez del narcotráfico moderno, el poder no siempre reside en las armas, sino en el control absoluto de las finanzas y la logística global, un entramado que ahora queda expuesto en medio del glamour de la isla de Ibiza.