700 capos han sido capturados en Colombia

Rafael Camargo Vásquez 

Judicial

Durante la ceremonia de condecoraciones por la Operación Perseo, el presidente de la República lanzó una declaración enérgica: la incautación es el instrumento central para diezmar a las organizaciones narcotraficantes y perseguir a sus cabecillas, a quienes señaló como responsables de «llenar de sangre el territorio colombiano» La estrategia del Estado se articula en dos frentes de batalla simultáneos.

El primer componente es la acción directa y total contra las finanzas ilegales. El mandatario fue enfático: «Capturar bienes, capturar capos e incautar cocaína es la mitad de la estrategia», y sentenció que el golpe a la estructura económica de los narcos es determinante, pues estos «quieren vivir en medio del lujo, rodeados de la codicia». En este contexto, el presidente anunció un logro histórico: en los últimos dos años, se registraron las cifras de incautación más altas de la historia mundial y del pasado de Colombia, un resultado que ha presionado la capacidad operativa de las estructuras ilegales. «Si aumenta la incautación y las hectáreas se estancan, no crecen o disminuyen, los narcotraficantes tendrán cada vez más problemas», aseguró.

700 Capos Capturados

El jefe de Estado destacó la efectividad de las acciones judiciales recientes, revelando cifras contundentes: «Hemos capturado capos, casi 700… [de los cuales] 500 han sido enviados a Estados Unidos y 200 más a otros lugares del universo». Este nivel de presión sobre las redes de mando de las organizaciones criminales es, para el gobierno, una prioridad irrenunciable.

Simultáneamente, el presidente reveló que la segunda mitad de la estrategia recae en una alianza fundamental: la sustitución voluntaria de cultivos con el campesinado. Explicó la diferencia crucial frente a la erradicación forzada: «Las erradicadas forzadamente se vuelven de nuevo campos de cultivo de hoja de coca. En cambio, las sustituidas voluntariamente se vuelven cultivos lícitos». El mensaje final fue una orden directa a la Fuerza Pública: «Los capos deben ser perseguidos hasta el final», y advirtió que la persecución será implacable, con todos los recursos disponibles: «Donde inteligencia ubique capos armados… será perseguida por tierra, mar y aire».

Buena parte de los capos utilizan armas enchapadas en oro