La violencia alcanzó su punto máximo en Bogotá con un ataque a las puertas de la Cárcel Nacional La Modelo.
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Una violenta y coordinada ola de ataques sicariales ha puesto en jaque la seguridad del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), confirmando que sus funcionarios son hoy un blanco primario de las estructuras criminales en retaliación por la firmeza en los operativos carcelarios. Los atentados, concentrados en un solo fin de semana de octubre de 2025, han dejado muertos y heridos en varias regiones del país.
Escenario de Barbarie
La violencia alcanzó su punto máximo en Bogotá con un ataque a las puertas de la Cárcel Nacional La Modelo.
Cuatro sicarios a bordo de dos motocicletas dispararon indiscriminadamente contra un grupo de dragoneantes a la hora del cambio de turno. El ataque dejó como víctima mortal al joven dragoneante Miguel Llano Muñoz. Al menos tres (3) funcionarios más resultaron heridos, entre ellos Jefferson Páez Vásquez y Carlos Navarrete Martínez, quienes fueron remitidos a centros asistenciales con lesiones graves.
El Ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, reaccionó de inmediato, calificando el asesinato como un «acto de barbarie terrorista» y prometiendo que el Estado responderá con «firmeza institucional». Por su parte, el INPEC activó protocolos de seguridad y, temporalmente, suspendió las visitas como una medida inicial de protección.
Expansión de la Violencia
La acción criminal demostró una planeación coordinada al replicarse en otras regiones del país durante el mismo fin de semana:
Palmira, Valle del Cauca: La violencia cobró una segunda vida en el servicio penitenciario. El dragoneante Manuel Antonio Becerra, con más de 16 años de servicio, fue asesinado a tiros en el barrio El TEO, justo al finalizar su turno. Horas después, en otro punto de la misma ciudad, el dragoneante Óscar Julián González fue atacado por sicarios en moto mientras se desplazaba, dejándolo en grave estado de salud. Estos incidentes apuntan a un posible «plan pistola» dirigido contra la guardia.
Armenia, Quindío: La amenaza se extendió al Eje Cafetero. En la noche del sábado 4 de octubre, un funcionario del INPEC fue blanco de un ataque sicarial cerca de la reclusión de mujeres de Armenia. Afortunadamente, el dragoneante resultó ileso pese a los disparos, pero el hecho reconfirma la extensión geográfica de la intimidación.
Cifra Crítica
La institución atraviesa uno de sus momentos más vulnerables. Cifras oficiales y sindicales confirman la crisis:
Víctimas Mortales: En lo corrido de 2025, se reportan ya seis (6) funcionarios asesinados, lo que lo posiciona como uno de los años más violentos para la guardia.
Amenazas: Más de 270 casos de amenazas contra trabajadores penitenciarios han sido registrados en el mismo periodo.
Los sindicatos del INPEC han señalado directamente a una poderosa federación criminal conocida como M.A.G.O. (Muerte a Guardianes Opresores) como la orquestadora de estos ataques. Se presume que M.A.G.O., articulada con grupos como el Tren de Aragua y La Inmaculada, coordina la violencia como represalia a los más de 17.000 operativos que han golpeado las finanzas y el control criminal al interior de las cárceles.
Ante el elevado riesgo que implica portar el uniforme, el INPEC se ha visto forzado a implementar medidas de emergencia, incluyendo la adquisición de chalecos balísticos que sus funcionarios podrán usar incluso con ropa de civil, en un intento desesperado por proteger a su personal fuera de los muros de las prisiones.