Opinión, TOP

LAS CLAVES DEL AMOR

Enrique Rojas, psiquiatra español

 

 

Hernán Alejandro Olano García

 

El amor, en su dimensión más profunda y auténtica, ha sido una de las grandes preocupaciones de la humanidad a lo largo de la historia. Desde la filosofía clásica hasta la psicología moderna, el amor ha sido analizado, diseccionado y reinterpretado desde diversas perspectivas. Uno de los pensadores contemporáneos que ha abordado este tema con especial énfasis es el psiquiatra español Enrique Rojas, quien, a través de su vasta obra, ha ofrecido una serie de claves esenciales para comprender el amor en su totalidad.

Para Rojas, el amor verdadero es una construcción consciente que trasciende la mera atracción física y se fundamenta en valores profundos como la generosidad, la comprensión y la voluntad de compartir un proyecto de vida en común. En su enfoque, la clave para un amor sólido radica en la madurez emocional, la capacidad de entrega y la disposición para construir un vínculo basado en la confianza y el respeto mutuo.

Uno de los aspectos fundamentales que destaca Rojas es la importancia de la elección. Amar implica elegir a la persona adecuada, lo cual no se reduce a una simple atracción, sino que requiere una evaluación consciente de la compatibilidad de valores, aspiraciones y modos de vida. En este sentido, el amor se configura no solo como un sentimiento espontáneo, sino también como una decisión racional que busca el bien del otro y el propio.

Además, subraya la relevancia de la comunicación como pilar esencial de una relación amorosa. La capacidad de dialogar de manera abierta, honesta y respetuosa permite la resolución de conflictos y el fortalecimiento del vínculo. Para ello, es crucial el desarrollo de la empatía, la paciencia y la escucha activa, cualidades que fomentan una relación armoniosa y duradera.

Otra clave fundamental es la necesidad de cultivar el amor a través de pequeños gestos cotidianos. Las demostraciones de afecto, la valoración del otro y la disposición para compartir momentos significativos constituyen el alimento diario de una relación sana. En este sentido, el amor requiere un esfuerzo continuo y una actitud proactiva para mantener viva la conexión emocional.

Asimismo, Rojas advierte sobre los peligros que amenazan las relaciones amorosas, tales como la rutina, la falta de compromiso y la idealización excesiva de la pareja. La rutina, cuando no es gestionada adecuadamente, puede llevar al desgaste emocional y a la pérdida del entusiasmo en la relación. Por ello, recomienda introducir novedades, compartir actividades y mantener viva la curiosidad mutua.

En cuanto al compromiso, enfatiza que el amor no es solo un sentimiento pasajero, sino una decisión constante que implica responsabilidad y dedicación. El verdadero amor no se fundamenta únicamente en emociones intensas, sino en la voluntad de permanecer y crecer juntos a pesar de las dificultades.

La idealización, por su parte, puede generar expectativas irreales que conducen a la frustración y el desencanto. Es crucial comprender que ninguna relación es perfecta y que todas atraviesan momentos difíciles. Aceptar al otro con sus virtudes y defectos, en lugar de exigir una perfección inalcanzable, es una muestra de madurez y realismo en el amor.

Finalmente, Rojas destaca la importancia del amor propio como condición indispensable para amar a otro. Solo quien se valora a sí mismo y tiene una autoestima sana puede establecer relaciones afectivas equilibradas y satisfactorias. El amor no debe ser una forma de llenar vacíos emocionales, sino una elección basada en la plenitud individual y la capacidad de compartir desde la abundancia y no desde la carencia.

En conclusión, Enrique Rojas nos ofrece una visión integral del amor, en la que la madurez, la comunicación, la elección consciente, el compromiso y el amor propio juegan un papel fundamental. Amar es una tarea que exige esfuerzo, dedicación y un profundo sentido de responsabilidad. Comprender estas claves permite construir relaciones más sanas, plenas y duraderas, en las que el amor se convierte en una fuente de crecimiento y felicidad compartida.