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Llamado al campesinado del Cañón del Micay: TRABAJAR DE LA MANO DEL GOBIERNO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL TERRITORIO

Comunidad del Cañón de Micay denuncia violación de derechos humanos por parte de los actores del  conflicto en el  corregimiento El Plateado, municipio de Argelia, Cauca.

 

 

 

«Lo que piensa el Gobierno en el Cañón del Micay no es quemar ranchos, eso no está en nuestra cabeza; no es fumigar campos, no está en nuestra cabeza. Es transformar la economía por una que haga progresar. Y le pedimos al campesinado del Micay que nos ayude, que no ayude al traqueto, que nos ayuden. Sé que la mayoría quiere ayudarnos, votaron por nosotros, este es su Gobierno. Nosotros no los vamos a traicionar, mientras estemos aquí. Y ojalá sigan otros como nosotros», fue el mensaje del presidente Gustavo Petro Urrego a los habitantes de esa región caucana.

El jefe de Estado indicó que precisamente el ejercicio del Consejo de Ministros en el que se evaluaron los avances y desafíos de los programas, proyectos e inversiones para el Cañón del Micay busca avanzar lo más rápidamente posible, de la mano con las comunidades, en la transformación de ese territorio.

«Esto no es para hacer campaña. Es para decir la verdad. Los vampiros se achicharran cuando sale el sol, no los animalitos, sino los malos espíritus, las malas energías, la codicia. La codicia se achicharra si se expone al sol. El sol hace crecer la vida», expresó.

Y sostuvo: «Entonces aquí estamos hablando de lo que pensamos alrededor del Cañón del Micay, que lo pensamos también para las zonas del conflicto, que están en las fronteras cada vez más, y en los puertos».

Fortalecer la comunicación

El  presidente Petro instó a las entidades de gobierno a fortalecer la comunicación en el Cañón del Micay.«El poder y la comunicación van de la mano. Una organización es poderosa si comunica», dijo y concluyó: «En el Cañón del Micay comunica la mafia. Entonces hay que equiparar la comunicación para que crezca el poder que, en este caso, es ciudadano, poder de la ciudadanía. Si no, nos engañan y ponen a la gente a matarse entre sí».