Los adoquines fabricados con material reciclado fueron más resistentes que los tradicionales. Foto: Deyvid Alexander Calvache Hernández.
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En un estudio se reciclaron, trituraron y mezclaron 300 kg de residuos de estas losas de concreto, y con solo el 30 % de esta materia prima se fabricaron adoquines fuertes y duraderos, idóneos para instalarlos en las calles sin pavimentar, que durante la temporada de lluvias se convierten en trampas de barro difíciles de transitar.
El investigador Deyvid Alexander Calvache Hernández, magíster en Ingeniería – Geotecnia de la Universidad Nacional de Colombia , señala en su estudio que entre 2003 y 2008 se demolieron unas 2.900 losas de TransMilenio, equivalentes a 13 km de vías, las cuales generaron 14.000 m³ de residuos.
Frente a este panorama, su propuesta es aprovechar estos residuos para crear nuevos materiales de calidad que cumplan con las normativas colombianas. «Estas losas están hechas principalmente de cemento, arena y grava, así que decidí sustituir los materiales naturales por estos reciclados, para ver cómo se comportaba» , explica.
Para ello, obtuvo 300 kg de bloques de concreto –de aproximadamente 40 x 20 cm–, los empacó en grandes lonas y los llevó al Laboratorio de Geotecnia de la UNAL; el material lo consiguió en una obra de reemplazo de losas en la Avenida Norte-Quito-Sur (NQS).
Calidad y resistencia
«Para los adoquines realizamos 4 ensayos sobre 72 probetas, evaluando la resistencia a la compresión, es decir, cuánto peso resiste. También evaluamos la absorción de agua y la flexotracción, un proceso similar a intentar doblar un lápiz sujetándose los extremos y aplicando una fuerza en el centro hasta romperlo», indica el ingeniero.
Como los materiales estarían expuestos a la intemperie, el magíster hizo pruebas adicionales de resistencia a la abrasión para simular el desgaste que sufre la superficie por el contacto constante con agua o por el paso de las personas. «Este desgaste se refleja en la exposición de las capas internas de la losa, similar a lo que ocurre en superficies expuestas al uso prolongado», explica.
Para su sorpresa, los análisis de las pruebas arrojaron que las mezclas con un 30 % de material reciclado tenían mejores resultados en la resistencia a la compresión y flexotracción que los adoquines tradicionales.
El magíster considera que «estos resultados son muy alentadores y tendrían importantes impactos; lo que obtuvimos abre las puertas a una solución sostenible para zonas rurales donde la infraestructura vial es precaria y el acceso a materiales de construcción es costoso, pues la reutilización de escombros representaría una alternativa viable y económica».