Maurice Armitage dice: «Estoy lanzándome de candidato a la Presidencia. Todavía no lo soy, pero espero que el agua se caliente un poco para que no me den calambres»
El mayor empresario del occidente colombiano, Maurice Armitage, exalcalde de Cali, habló de la reforma laboral, de la reforma a la salud, de la Consulta Popular, del estado de la economía, de la posibilidad de ser candidato presidencial y del gobierno del Presidente Gustavo Petro. Cree en un acuerdo nacional y está en una orilla diferente a la de otros empresarios que se oponen al cambio.
Maurice Armitage Cadavid habla sin filtro. Así se le conoce porque opina sin cálculos políticos. Ha pregonado la repartición de la riqueza y la mejora en las condiciones laborales de los trabajadores. «Tenemos que trabajar para ser un país más justo», dice el empresario de 80 años cada vez que tiene la oportunidad de analizar la situación del país.
Es presidente de la Siderúrgica de Occidente y ha estado vinculado a diversas empresas del Valle del Cauca. Se le conoce, entre otras cosas, por repartir las utilidades con los trabajadores.
El 9 de septiembre de 2024 se reunió con el Presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño para hablar de la situación de la industria siderúrgica del país. Al final del encuentro Armitage les dijo a los medios: «Yo le decía al presidente que a ratos digo: ‘Petro está loco’, pero yo creo que hoy tengo que decir que no está tan loco y que nos está ayudando de verdad».
De sus orígenes siempre habla. «Mi mamá era paisa y mi papá inglés y en mi casa tomábamos té con arepa. Nací en Cali. Adoro al Valle del Cauca y al país, nunca he estado fuera de Colombia más de 15 días».
La reforma laboral recibió un fuerte golpe en la Comisión VII del Senado. ¿Usted cree que el país necesita de esa reforma?
Sí. Pero tenemos que entendernos y no pelear. Los empresarios, todo el mundo, está interesado en que se les mejore la situación a los trabajadores, al menos esa es la política mía. En lo que no estoy de acuerdo es que en esa divergencia entre el trabajador y el empresario se cree una reyerta. «No le subo porque a usted no lo puedo mover o usted se ancla en la empresa». Esas son cosas que hay que arreglarlas sólo hablando y dialogando.
A propósito de eso que dice, ¿confía en que aún hay tiempo de llegar a un gran Acuerdo Nacional?
Me interesa que se llegue a un acuerdo que beneficie a Colombia, al trabajador y a las empresas. La tranquilidad y dialogar hace que todos funcionemos bien.
El presidente Petro ha puesto sobre la mesa la Consulta Popular para sacar adelante las reformas sociales que requiere el país. ¿Cómo toma esa decisión?
Es una disposición democrática. Colombia tiene derecho a usarla y creo que, si no somos capaces de ponernos de acuerdo, pues no nos matemos sino que hagamos la Consulta.
¿Qué opina del incremento del salario mínimo en los últimos dos años? En algunos sectores empresariales se dice que genera crisis y estancamiento.
La forma de hacer la distribución del ingreso es siempre mediante la mejora del salario mínimo. Hay que subirlo. No es ese cuento de la inflación. Nosotros como empresa tenemos que buscar economías, con energía o materias primas más baratas. Uno en la vida lucha primero para sostener a la familia y a sus trabajadores y luego para que Colombia esté bien y eso solo se logra entendiéndose.
La oposición tiene como eje de su narrativa que la economía va mal y salió a decir, junto a representantes de gremios, que la reforma laboral acabará con miles de empleos. ¿Cómo analiza la situación y el ambiente para el desarrollo de las empresas?
La economía ha estado bastante bien. La única crítica que le hago al Gobierno es que los ministros han sido débiles a la hora de tomar decisiones importantes como las del sector siderúrgico.
¿El Gobierno está haciendo algo antidemocrático?
El Presidente es un demócrata y eso es un apoyo a la economía del país.
En el caso particular del Valle del Cauca, donde se mueve como empresario, ¿cómo le va al departamento?
Está funcionando. Aquí creo que la economía avanza con todas las angustias y prevenciones, que debemos acabarlas. Pido que entremos en un momento de sosiego y no de pelea.
Usted cree en un Acuerdo Nacional. ¿Eso cómo se logra en un ambiente político como el actual?
Debemos tener armonía, dialogar, convencernos, trabajar juntos por el beneficio de todos. No pasarnos discutiendo. Se va a acabar el gobierno de Petro y llevamos ya tres años en los que no hemos hecho otra cosa que discutir.
Con lo que ha ocurrido en Estados Unidos por las decisiones de Donald Trump se subirles los aranceles a sus socios comerciales, el presidente Petro llamó a los empresarios a diversificar mercados, no mirar solo al norte. ¿Qué opina de eso?
Tenemos que abrirnos hacia todas partes. Estoy de acuerdo en que no podemos rechazar a nadie y mucho menos a Estados Unidos, pero abrirnos a muchos más mercados. Como empresario, uno no debe tener un solo cliente. Colombia es una empresa que debe atender a miles de clientes.
Usted fue alcalde de Cali y ha dicho que está pensando si lanza su candidatura a la Presidencia. ¿Eso en qué va?
Estoy lanzándome de candidato a la Presidencia. Todavía no lo soy, pero espero que el agua se caliente un poco para que no me den calambres.
¿Quiere participar de una especie de frente amplio?
Estoy plenamente convencido de esa gran propuesta, que tenemos que sacar adelante partiendo de la base de que lo único que tenemos que hacer, como lo he dicho, es entendernos, dialogar y no pelear. Colombia es un país bello y está listo para que lo mejoremos.
«Estoy de acuerdo con el Presidente Petro en que hay que llevar la salud a las regiones, a los sitios más desfavorecidos de Colombia, donde no llega, hoy solo está en las grandes ciudades, del resto les toca pasar angustias».
Vida
Maurice Armitage, cuando fue alcaldes de Cali eliminó en la administración las palabras «Doctor» o «Doctora», que denotaban jerarquía.Todos deberán ser llamados por sus propios nombres.
«Mi mamá era paisa y mi papá inglés y en mi casa tomábamos té con arepa»
«La única crítica que le hago al Gobierno es que los ministros han sido débiles a la hora de tomar decisiones»