Las ocupaciones de apoyo administrativo y los profesionales científicos son las que más se benefician de esta modalidad.
Olga Lucía Muñoz Ortiz
Bogotá, Colombia.
El teletrabajo ha dejado de ser una medida de emergencia para convertirse en una modalidad estable y creciente en el mercado laboral colombiano. Un reciente informe del Banco de la República revela que cerca del 6 % de los asalariados trabajan a distancia, una cifra que cuadruplica los niveles prepandemia de 2019 y refleja una profunda transformación en la dinámica de empleo del país. Este auge es notablemente liderado por mujeres, que representan el 7 % de quienes trabajan de forma remota, frente al 4.7 % de los hombres.
La evidencia del Servicio Público de Empleo respalda esta consolidación, mostrando que entre 2019 y 2024, el 7 % de las vacantes registradas eran compatibles con el teletrabajo. Este fenómeno es más pronunciado en sectores como Información y Comunicaciones, que concentra el 33 % de las ofertas, y en las grandes empresas. Las ocupaciones de apoyo administrativo y los profesionales científicos son las que más se benefician de esta modalidad. Sin embargo, persisten las brechas, con sectores como el primario, el transporte y las microempresas aún rezagados en la adopción.
El teletrabajo no solo ha diversificado la oferta laboral, sino que también ha demostrado ser un motor de eficiencia. Los datos indican que los sectores con potencial de trabajo remoto experimentaron un crecimiento del 4.4 % en sus vacantes en comparación con aquellos sin esta opción. Además, se ha comprobado que esta modalidad facilita el emparejamiento entre la oferta y la demanda, reduciendo las tasas de desempleo en ocupaciones compatibles. Aunque las vacantes a distancia ofrecen salarios más altos —entre un 10 % y un 23 % superior—, esta diferencia se debe a que las posiciones más calificadas son las que más se teletrabajan, y no a que la modalidad pague mejor en sí misma.
Pese a los avances normativos, como la Ley 2466 de 2025 que expandió las modalidades de teletrabajo de tres a seis, persisten importantes desafíos. Uno de los más críticos es la brecha entre la oferta empresarial y la preferencia de los trabajadores: mientras que el 90 % de los empleados prefiere un modelo híbrido, solo el 10 % de las empresas cuenta con planes concretos para implementarlo. Este desajuste, junto con otros retos en materia de salud laboral y tecnología, demuestra que, si bien el teletrabajo es una realidad irreversible, su consolidación plena requerirá un mayor compromiso y alineación entre empresas y trabajadores. El futuro del mercado laboral colombiano es, sin duda, un futuro híbrido.
La evidencia del Servicio Público de Empleo respalda esta consolidación, mostrando que entre 2019 y 2024, el 7 % de las vacantes registradas eran compatibles con el teletrabajo.