Una nueva ola de violencia sacude al suroccidente colombiano con múltiples ataques terroristas en varios municipios del Cauca y el Valle del Cauca, dejando víctimas y elevando la alerta de seguridad en la región.
Jair López M.
Cali, Colombia
Una alarmante escalada de violencia sacude al suroccidente colombiano. En las últimas horas de este martes, los departamentos del Cauca y Valle del Cauca fueron epicentro de una ola de ataques terroristas simultáneos, dejando un rastro de destrucción, víctimas y la preocupación de las autoridades sobre una posible conexión con eventos recientes en la capital.
Arremetida Armada
Entre 17 y 24 ataques se registraron en menos de seis horas, principalmente dirigidos contra estaciones de policía y activos de la fuerza pública, aunque afectando directamente a la población civil. Municiones como Jamundí, Palmira, Buenaventura y Cali en el Valle del Cauca, y Corinto, Caloto, Timbiquí, Villa Rica, El Bordo, Toribío, Suárez, Morales y Buenos Aires en Cauca, fueron escenario de esta ofensiva coordinada.
La brutalidad de los ataques se manifestó en diversas modalidades: coches bomba en Corinto, Jamundí, Buenaventura y Cali; cilindros bomba; hostigamientos armados; y el uso de francotiradores en Caloto e incluso drones con explosivos. Importantes ejes viales, como la vía al aeropuerto de Cali en Palmira y la Panamericana, se vieron obligados a cierres temporales por la presencia de explosivos.
Balance Trágico
El saldo preliminar de esta jornada de terror es desolador: al menos 7 personas fallecidas, entre ellas policías y civiles, y 28 heridos, incluyendo 19 civiles, 7 policías y 2 militares. La situación en la red de salud es crítica; la Fundación Valle del Lili en Cali reportó una sobreocupación del 300% en sus urgencias, instando a activar la red de alta complejidad para atender la afluencia masiva de víctimas.
Disidencias de FARC en el Foco
Las autoridades y diversos medios de comunicación, entre ellos Infobae y W Radio, atribuyen la autoría de la mayoría de estos atentados a las disidencias de las FARC bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’. Algunos análisis sugieren que esta arremetida podría ser una conmemoración de la muerte de alias ‘Mayimbú’, un jefe criminal abatido en 2022.
Reacciones Oficiales
Ante la gravedad de la situación, la Policía Nacional emitió un balance de seguridad, y el Ministerio de Defensa ofreció hasta 300 millones de pesos de recompensa por información que conduzca a la prevención de más ataques y la captura de los responsables.
Desde el ámbito regional, la gobernadora del Valle del Cauca y el alcalde de Cali, Alejandro Eder, han solicitado medidas más contundentes al Gobierno Nacional. El alcalde Eder fue enfático al expresar que la capital vallecaucana «no puede enfrentar sola» esta amenaza, urgiendo una respuesta integral del Estado frente a esta creciente arremetida terrorista.
Una de las acciones más impactantes dentro de la reciente ola de violencia en el suroccidente de Colombia fue la detonación de un carro bomba en Corinto, Cauca, en el parque principal del municipio, muy cerca de la estación de Policía. Las autoridades atribuyen a las disidencias de las FARC bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’, específicamente a la estructura Jaime Martínez que opera en la zona.
La escalada de violencia en Cauca y Valle del Cauca incluyó también la dinamitó de varios peajes, sumándose a los ataques contra la infraestructura y la seguridad de la región.
La ola terrorista en el suroccidente de Colombia no solo incluyó ataques con explosivos, sino también la quema de buses y otros automotores, incrementando el caos y la afectación a la infraestructura civil.
Grupos alzados en armas atacaron simultáneamente varios municipios del suroccidente colombiano: Jamundí, Palmira, Buenaventura y Cali en el Valle del Cauca, y Corinto, Caloto, Timbiquí, Villa Rica, El Bordo, Toribío, Suárez, Morales y Buenos Aires en el Cauca.