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«El Panóptico»: EL PRINCIPIO DEL FIN

«Uribe Vélez si trató de engañar a la justicia colombiana al tratar de cambiar el testimonio del testigo Juan Guillermo Monsalve ante la Corte Suprema de Justicia, que investigaba nexos de él y su hermano Santiago Uribe, con grupos paramilitares».  

                                                                         

                         

Jhonny Alexis Lizcano L.

El fallo condenatorio proferido por la Jueza Sandra Heredia, en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, son la antesala del principio del fin político del máximo exponente de la derecha en Colombia. Pues ahora con la evidencia demostrada de su culpabilidad ética frente al abuso de poder y manipulación procesal a conveniencia, es insostenible la tesis de negar su relación con el paramilitarismo en Colombia. Y por consiguiente, su comparecencia penal obligatoria ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Pues algo que se demostró con suma rigurosidad y argumentación por parte de la jueza Heredia, es que el exmandatario Uribe Vélez si trató de engañar a la justicia colombiana al tratar de cambiar el testimonio del testigo Juan Guillermo Monsalve ante la Corte Suprema de Justicia, que investigaba nexos de él y su hermano Santiago Uribe, con grupos paramilitares.

Recordemos que dicha investigación fue radicada en un debate en el Senado por el Congresista Iván Cepeda en 2012, lo que motivó a Uribe a denunciarlo ante la Corte Suprema de Justicia por abuso de funciones, fraude procesal y calumnia agravada. Posteriormente en el 2018, el máximo tribunal archivó el expediente contra Cepeda, al no encontrar pruebas certeras, pero si en cambio inició un proceso de investigación contra Uribe por tentativa de soborno al encontrar indicios probatorios.

Es así como por medio de su emisario el abogado Diego Cadena, procesado también por los mismos delitos, el expresidente presionó a Monsalve para que se retractara de sus acusaciones contra la familia Uribe. Situación que luego fue probada a través de un vídeo grabado con un reloj espía al estilo ´James Bond´, por parte del mismo Monsalve. Documentando el encuentro entre él y Cadena, donde se registra claramente los beneficios jurídicos que podría obtener, siempre y cuando negara cualquier relación de Álvaro Uribe Vélez con el paramilitarismo.

Asimismo, la Jueza Sandra Liliana Heredia, consideró que el expresidente intentó engañar a la justicia luego de autorizar que Cadena enviará a la Corte Suprema de Justicia varias cartas firmadas por ex paramilitares presos en la cárcel de Cómbita, Boyacá.

En dichas cartas, los detenidos afirmaban que el Senador Iván Cepeda los había contactado en 2012 para ofrecerles beneficios a cambio de declarar que Uribe tenía vínculos con grupos paramilitares. Sin embargo, la investigación judicial logró comprobar que las misivas no fueron redactadas por los propios reclusos, que sí conocían a Cepeda, y que fueron ellos quienes lo buscaron (no al revés). Contradiciendo la versión inicial ante el alto tribunal.

Lo posterior es tan evidente como se suscribe en el fallo, «la Corte Suprema ordenó abrir una investigación contra los exparamilitares que firmaron las cartas. Durante el juicio, la Fiscalía demostró que Uribe no solo tenía conocimiento de la existencia de esos documentos, sino que había autorizado su entrega, a pesar de que contenían información falsa». El exmandatario por su parte, negó haber dado esa orden y aseguró que su única instrucción fue que los testigos dijeran la verdad. La jueza desestimó este argumento y lo halló responsable del delito en contexto.

Lo segundo, en relación al delito de soborno en actuación penal también se comprobó que Uribe Vélez, benefició económicamente a testigos para su conveniencia, para que fuese desligado de cualquier indicio o relación con el paramilitarismo.

La jueza Sandra Liliana Heredia concluyó que, además de Juan Guillermo Monsalve, el expresidente Álvaro Uribe Vélez incurrió en soborno de otros dos testigos: los ex paramilitares Carlos Enrique Vélez, conocido como alias Víctor y Eurídice Cortés Velasco, alias Diana. Según el fallo, Uribe no solo estaba al tanto de las acciones de su exrepresentante Diego Cadena, sino que también respaldó sus gestiones para contactar a varios exparamilitares con el propósito de modificar sus versiones ante la Corte Suprema de Justicia.