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Petro denuncia que los «arcontes»: ORGANIZARON EL GENOCIDIO, ARREMETIENDO CONTRA LAS ÉLITES GLOBALES

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió a las jóvenes colombianas que fueron secuestradas en un intento de llevar ayuda humanitaria  a los habitantes de Gaza.

 

 

 

En una nueva y elocuente intervención en el escenario internacional, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha elevado el tono de su discurso al responsabilizar a los «arcontes» de la organización del genocidio y la crisis planetaria. La polémica afirmación se produjo en Bruselas, en el marco del Encuentro Social de la Migración de América Latina y el Caribe, o en un foro internacional conexo, donde el mandatario insistió en su tesis sobre la amenaza global que representa la codicia.

La declaración, de alto contenido filosófico y político, apunta directamente a los poderes fácticos y élites mundiales. Al emplear el término «arcontes» —una referencia gnóstica a los «gobernantes» o entidades que ejercen un dominio perverso—, Petro desliza una crítica a aquellos estamentos económicos y políticos que, movidos por una codicia desenfrenada, no solo propician la barbarie y el genocidio, sino que también sabotean las acciones urgentes para mitigar la crisis climática.

El eje central de su alocución se centró en el antagonismo existencial entre la «vida y la codicia». Para el mandatario colombiano, el futuro de la civilización pende de un hilo, urgiendo a la humanidad a reorientar el modelo productivo hacia uno que sea compatible con la preservación de la naturaleza y la existencia.

Esta postura en Bruselas consolida la línea argumentativa que el presidente Petro ha desplegado consistentemente en la arena global, incluyendo la Asamblea General de la ONU, donde previamente ha:

Tildado los ataques en Gaza como un «genocidio» y una dolorosa «demostración del poder de la barbarie».

Advertido sobre una «guerra de la codicia contra la vida» a escala planetaria.

Cuestionado la inacción climática, señalando que el concepto de «descarbonización» resulta «subversivo» para las esferas de los «mega ricos» que priorizan su riqueza sobre la supervivencia.

Las declaraciones del presidente Petro reafirman su papel como un crítico severo del orden mundial, desafiando a las estructuras de poder con una retórica cargada de referencias históricas y filosóficas.