El presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió de manera contundente a la decisión del gobierno de Estados Unidos de descertificar a Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
Javier Sánchez
Primicia Diario
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha respondido de manera contundente a la decisión del gobierno de Estados Unidos de descertificar a Colombia en la lucha contra el narcotráfico. La medida, anunciada por la administración del presidente Donald Trump, ha generado una fuerte reacción por parte del mandatario colombiano, quien la califica de «un insulto» y «una mentira fáctica».
En una alocución televisada, Petro afirmó que «la política de erradicación forzada es un error que no volverá a implementar». Sostuvo que el crecimiento de los cultivos de coca se presentó durante el gobierno anterior, incluso con la fumigación forzada, y que la política antidrogas de Estados Unidos ha fracasado.
Respuesta de Petro:
Rechazo a la erradicación forzada: Petro argumentó que esta estrategia no ha funcionado y que su gobierno no la retomará. Hizo énfasis en que la lucha contra las drogas no debe costar la vida de policías y soldados colombianos.
Crítica a la política de EE. UU.: El presidente colombiano señaló que la política antidrogas estadounidense ha fracasado, como lo demuestran las cifras de muertes por sobredosis de cocaína y fentanilo en su país.
Defensa de la soberanía: Petro aseguró que «la soberanía de Colombia no se entrega» y rechazó las amenazas, invitando a una cooperación basada en la inteligencia y no en la imposición.
Extradiciones: Respecto a las extradiciones, el presidente afirmó que su gobierno obedece la ley colombiana, la cual permite suspender las extradiciones de narcotraficantes que estén en procesos de paz avanzados. Enfatizó que, a pesar de la controversia, su gobierno ha extraditado a un número récord de capos a Estados Unidos.
Relación con la derecha colombiana: Petro acusó a «las mafias políticas de Colombia» de engañar a funcionarios estadounidenses y a sus homólogos de la derecha en Estados Unidos.
La descertificación, aunque condicionada, ha generado un debate político en Colombia, con críticas de la oposición que argumentan un fracaso en la política de «paz cocal» y una defensa del gobierno que sostiene que la decisión es un «castigo político» injustificado. El embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, también ha calificado la medida como una «apreciación equivocada» que ignora los resultados históricos en incautaciones de cocaína logrados por la Fuerza Pública colombiana.