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Pintura René de la Torre: UN CANTO VISUAL A LA TENACIDAD

Pintura de René de la Torre Aguilar, máster en pintura 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

El máster en pintura René de la Torre Aguilar, graduado del Instituto Superior de Arte de Ucrania, se destaca por una obra rica en diversidad, innovación y calidad que celebra la identidad cubana y latinoamericana.
Su trabajo no solo resalta la belleza de estas culturas, sino que también critica el auge del fascismo en Europa y América, sin limitarnos solo a estas regiones.

Una de sus colecciones más recientes, titulada El Inagotable Juego de la Resistencia, está disponible para los interesados en la galería Amelia, del Fondo Cubano de Bienes Culturales, en la histórica ciudad de Camagüey, a unos 574 kilómetros al este de La Habana. Esta colección, además, rinde homenaje a los 65 años de vida artística del creador.

La especialista Annerys Fernández Mendoza, quien ha trabajado con la actual colección de Torre Aguilar, comenta sobre el componente lírico en el arte de René: «Parece que nunca se cansa de jugar; disfruta cada ensayo, cada exploración, permitiendo que las obras surjan sin un plan preconcebido, mostrando su propio universo de formas y antipormas en cada aventura».

La nueva propuesta de René comprende más de 20 piezas de diversas dimensiones, desde 20 por 27 cm hasta 63 por 50 cm, expuestas en una mansión que deslumbra a los visitantes con su hermosa arquitectura y los azulejos elaborados por talentosos artesanos.

La amplia colección de Torre se organiza en series, muchas de las cuales han sido publicadas en libros y revistas que enriquecen relatos, crónicas y otras narrativas. Tiene la capacidad de explorar el dibujo, el grabado, la pintura, el collage, la cerámica y la escritura. Se nutrió de lo que aprendió en la academia, especialmente en la Escuela Nacional de Instructores de Arte y durante su formación en Ucrania.

Las 20 piezas de la nueva colección, que han sido visitadas por reconocidos artistas y jóvenes estudiantes de la Escuela de Arte de la Ciudad, reflejan la maestría y resistencia del creador. Como señala la curadora, sus manos han conquistado una identidad que le es única.

Cuando nada lo detuvo, enfrentando desafíos que van desde la imprenta hasta la cuchara y la pluma de mouse, se mantuvo fiel a ese lenguaje particular que ha desarrollado en el arte, rompiendo sin querer la distorsión natural que a veces trae lo abstracto, haciéndolo reconocible.

Acompáñenos a disfrutar con René de la Torres Aguilar en esta nueva colección, su Inagotable Juego de la Resistencia y su«puzzle infinito», donde cada uno puede disfrutar y apreciar lo que percibe, incluso ponerle su título. ¿Quién no querría llevar un René a casa? Yo, desde hace tiempo, iluminó la sala de mi hogar con tres de sus obras: dos cerámicas con paisajes marinos y un abstracto que invitan a la contemplación.

«Es un arte que se articula sin ataduras a modas o contextos y se resiste a sucumbir incluso ante lo omnipotente, nace y se expone». Es un canto a la tenacidad y el regocijo.

René de la Torres Aguilar y sus alumnos