La misión Bion-M No. 2, gestionada por Roscosmos y el Instituto de Problemas Biomédicos (IBMP), ha regresado a la Tierra después de 30 días en órbita. Su «tripulación biológica», expuesta a niveles extremos de radiación cósmica y microgravedad, es la llave para desentrañar los efectos biológicos
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Primicia Diario
La ciencia espacial rusa ha culminado con éxito un capítulo crucial para la exploración interplanetaria. La misión Bion-M No. 2, gestionada por Roscosmos y el Instituto de Problemas Biomédicos (IBMP), ha regresado a la Tierra después de 30 días en órbita. Su «tripulación biológica», expuesta a niveles extremos de radiación cósmica y microgravedad, es la llave para desentrañar los efectos biológicos de los viajes tripulados de larga duración hacia la Luna y, fundamentalmente, hacia Marte.
Objetivo Primario del Vuelo
El biosatélite Bion-M No. 2, apodado el «Arca de Noé», aterrizó el pasado 19 de septiembre en la región de Oremburgo (Rusia), tras ser lanzado el 20 de agosto desde Baikonur. El diseño de la misión fue deliberadamente agresivo: la cápsula orbitó en una trayectoria polar, a 370-380 km de altitud, exponiendo a sus pasajeros a una radiación entre 30% y 33% superior a la experimentada en la Estación Espacial Internacional (EEI)
El objetivo central de la misión fue la radiobiología, simulando las duras condiciones que los astronautas enfrentarán fuera de la magnetosfera terrestre.
Los Ratones como Análogos Humanos: Los roedores, por su similitud genética y ciclo de vida corto, son el estándar para cuantificar el daño celular y genético de la radiación. Los resultados obtenidos serán cruciales para diseñar sistemas de blindaje más eficaces y desarrollar contramedidas farmacológicas protectoras para el cuerpo humano.
La Mortandad y el Factor Conductual: De los 75 ratones que viajaron, 10 no sobrevivieron. No obstante, el director del IBMP, Oleg Orlov, atribuyó el deceso a «complejos conflictos intragrupales» (agresividad y estrés) de los ratones macho, un factor conductual conocido, descartando que la causa haya sido la radiación extrema.
«El Meteorito»
Entre la treintena de experimentos a bordo, destaca el Experimento «Meteorito», que desafía preguntas sobre el origen de la vida:
Teoría de la Litopanspermia: Se colocaron rocas basálticas con cepas microbianas en el exterior del satélite para verificar si las bacterias pueden sobrevivir al viaje espacial y a la reentrada atmosférica. Si se comprueba su viabilidad, se obtendría una «prueba seria a favor de la teoría de la litopanspermia» (la vida viaja a través del espacio).
Tras un aterrizaje brusco (propio de su diseño Vostok) en la estepa de Oremburgo, los organismos supervivientes fueron rápidamente trasladados a laboratorios de Moscú para iniciar los análisis. La misión Bion-M No. 2 sienta así las bases científicas para el futuro lanzamiento del Bion-M No. 3, previsto para 2027 o 2028.
El objetivo central de la misión fue la radiobiología, simulando las duras condiciones que los astronautas enfrentarán fuera de la magnetosfera terrestre.