Para el Fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (la paz sea con él), alcanzar el Taqwa es el propósito primordial de toda religión.
Abdul Sattar Khan
En el panorama de la espiritualidad islámica, existe un concepto que trasciende la mera práctica ritual: Taqwa. Esta palabra árabe, a menudo traducida como «piedad,» «temor de Dios» o «conciencia de Dios,» es, según los eruditos, el pilar central que eleva el alma humana y determina su verdadero valor ante el Creador.
No se trata sólo de evitar el pecado, sino de vivir en un estado de alerta constante sabiendo que Dios observa cada pensamiento, intención y acción.
Nobleza en el Corán
El Sagrado Corán, libro fundamental del Islam, establece que el verdadero honor no reside en lo material o social, sino en el nivel de Taqwa que se posee:
«Ciertamente, el más honorable entre vosotros ante Al-lah es el que más Taqwa tiene.» (Corán 49:13).
Este versículo es una revolución social, pues dictamina que la nobleza no depende de la raza, la riqueza o el estatus, sino de la pureza interior y la conciencia divina. Además, el Corán declara que solo puede guiar plenamente a aquellos que ya tienen Taqwa, actuando como una «luz para los que tienen Taqwa» (Corán 2:2).
Un Asunto del Corazón
El Santo Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) enfatizó que el Taqwa es, ante todo, un asunto interno.
- El Profeta (saw) señaló su pecho tres veces y dijo: «El Taqwa está aquí.» (Sahih Muslim).
Con esto, aclaró que la piedad no es solo una exhibición externa de rituales, sino una condición esencial del corazón. Este estado interno se traduce en acciones: El Profeta (saw) también enseñó: «Teme a Allah dondequiera que estés, y sigue una mala acción con una buena que la borre.» (Tirmidhi), ofreciendo una guía práctica para mantener la pureza espiritual.
Mayor de la Fe
Para el Fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (la paz sea con él), alcanzar el Taqwa es el propósito primordial de toda religión.
Él explicó que la fe no se reduce a recitar palabras o realizar rituales vacíos, sino a alcanzar una «pureza de corazón» que lleva a la sumisión total a la voluntad de Dios.
Según sus enseñanzas, el Taqwa es «un jardín que produce cada tipo de fruto espiritual,» lo que implica amar a Dios, temer desagradarle, y reflejar ese amor tratando a Su creación con justicia y compasión. Sin esta conciencia, todas las obras religiosas quedan «sin vida.»
El Taqwa es el alma de la fe islámica. Más que un miedo, es una mezcla de amor, reverencia y profundo respeto por Dios que se manifiesta en la ética y el trato diario hacia los demás. Es el camino, de acuerdo con las Escrituras y los maestros, para asegurar la paz espiritual y el favor divino.