Tras una serie de reveses judiciales, el abogado Jaime Granados sufrió su segunda derrota al serle negada la suspensión provisional de la detención domiciliaria de su cliente, el expresidente Álvaro Uribe. El magistrado del Tribunal Superior de Bogotá decidió que la medida cautelar no procedía, dejando en firme la reclusión de Uribe mientras se resuelve de fondo la tutela.
Rafael Camargo Vásquez
Bogotá- Colombia
El Tribunal Superior de Bogotá asestó hoy un duro golpe a la defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El magistrado Leonel Rogeles Moreno negó la medida cautelar que buscaba suspender temporalmente la detención domiciliaria de Uribe, impuesta tras su condena en primera instancia.
La decisión implica que el expresidente continuará recluido en su domicilio mientras el tribunal estudia el fondo de la tutela interpuesta por su abogado, Jaime Granados.
Un intento fallido de suspensión
La defensa de Uribe había acudido a la tutela argumentando que la orden de prisión inmediata, dictada por la jueza Sandra Liliana Heredia, violaba derechos fundamentales como el debido proceso y la libertad. Como parte de esta acción, solicitó una medida cautelar para que Uribe pudiera apelar su sentencia en libertad.
Sin embargo, el magistrado Rogeles consideró que en este punto del proceso no existen «motivos suficientes» para suspender la orden judicial. De esta forma, la detención domiciliaria se mantiene en firme, representando un revés significativo para la estrategia legal de la defensa.
Ahora se suma el Centro Democrático
Mientras la tutela de Granados avanza, el partido Centro Democrático ha entrado en la contienda judicial con una acción propia. El presidente de la colectividad, Gabriel Vallejo, radicó una tutela en nombre del partido, alegando que la detención de su «líder natural» viola los derechos fundamentales de la organización política.
El Centro Democrático sostiene que la privación de la libertad de Uribe vulnera su derecho a la participación política y su rol de oposición. Piden, de forma directa, la anulación de la sentencia y la liberación inmediata del expresidente.
Esta doble estrategia legal demuestra un intento de abarcar distintos frentes: una defensa individual (Granados) y una defensa colectiva (Centro Democrático). No obstante, la negación de la medida cautelar a Granados deja claro que el tribunal está procediendo con cautela y no suspenderá la detención de forma provisional.
Ahora, la mirada se centra en la decisión final sobre ambas tutelas, así como en la apelación formal de la sentencia, que el Tribunal Superior de Bogotá deberá resolver en los próximos días o semanas.
En el Congreso de la República entre los representantes del Centro Democrático circula la versión del cambio de los abogados de la defensa.
Gabriel Vallejo, director del Centro Democrático, presentó una tutela por la libertad de Álvaro Uribe, argumentando que la detención de su líder vulnera los derechos del partido. El movimiento político espera que su suerte sea distinta a la de Granados, a quien le negaron la suspensión provisional de la medida.