«La enamorada de un amigo mío», inmortalizado en la voz de Roberto Carlos, es mucho más que una balada: es el eco de una profunda historia personal que hoy Alquimia transforma en un éxito bailable.

Guillermo Romero Salamanca

El clásico atemporal «La enamorada de un amigo mío», inmortalizado en la voz de Roberto Carlos, es mucho más que una balada: es el eco de una profunda historia personal que hoy Alquimia transforma en un éxito bailable.

La génesis de la canción se remonta a 1964, cuando un joven Roberto Carlos, de vuelta en su barrio, se reencontró con su gran amiga, Cleonice Rossi Martinelli. Antes de que el músico pudiera confesarle su amor, ella le reveló que estaba enamorada de un amigo en común. De aquella tristeza y desilusión nació el éxito que conquistó Brasil y el mundo hispanoamericano.

Años después, en 1968, la historia dio un giro cinematográfico: Roberto y Cleonice conversaron, ella conoció la verdad sobre la musa de la canción, y la amistad se convirtió en un amor profundo. Tras dialogar con el esposo de ella, se casaron en Bolivia —dado lo complejo del divorcio en el Brasil de la época—, forjando un matrimonio que duró doce años, hasta que un cáncer truncó la vida de la inolvidable Cleonice.

La inmortalidad del tema continuó a través de las décadas, con versiones notables de Leo Dan y, en el contexto colombiano, la tropicalización inicial de Nelson Pineda con la Sonora Veracruz.

Jorge Eliécer Ramírez en la Cumbia

En este 2025, el maestro Jorge Eliécer Ramírez Carrero, un «músico que no para de leer notas» y figura fundamental de la producción discográfica colombiana, ha decidido retomar esta joya. Con su «gran oído absoluto», Ramírez ha orquestado una nueva versión bajo el sello de Alquimia, La Sonora del XXI, la agrupación que fundó en 1996 y que está próxima a celebrar sus 30 años de éxitos, acumulando discos de oro y platino, y reconocimientos internacionales como el Latin Grammy.

Ramírez, oriundo de Sardinata (Norte de Santander), forjó su carrera musical desde la niñez, a pesar del escepticismo paterno sobre el futuro del pentagrama. Su camino lo llevó desde el acordeón y el Conservatorio de Cúcuta hasta girar con Nelson Henríquez y ser clave en la época dorada de Pastor López con éxitos como «Golpe con golpe».

Como director de la productora Clase A & R, impulsó la carrera de figuras como Charlie Zaa y Checo Acosta. Ahora, de la mano de Alquimia y las voces de Pachito Echavarría, Paola Orduz y Darwin Lozano, la triste balada de Roberto Carlos se pone a tono de guaracha rock para las fiestas de fin de año, proyectando «más de 50 presentaciones» en este cierre de calendario y giras que alcanzarán los Carnavales de Barranquilla.

Para el maestro Ramírez, cuyo talento ha sido vital en la evolución de la música tropical latina, «la música es como el mundo que no para de girar», y en sus manos, los éxitos están garantizados.

La Sonora del XXI, la agrupación que fundó en 1996 y que está próxima a celebrar sus 30 años de éxitos, acumulando discos de oro y platino, y reconocimientos internacionales como el Latin Grammy.