Actualidad, TOP

Una técnica sin cirugía para el bienestar y la autoestima: ARMONIZACIÓN DE OREJAS

Este procedimiento ambulatorio, que dura tan solo 30 minutos, se destaca por su rápida recuperación, sin cicatrices visibles ni incapacidad.

 

 

 

Dayana Holguin

A lo largo de la vida, muchas personas experimentan una disonancia entre su apariencia y su identidad. Para algunos, esta incomodidad se centra en sus orejas, ya sean prominentes, asimétricas o en asa, características que, aunque no representan un problema de salud, pueden convertirse en una fuente de inseguridad y malestar emocional. En un contexto donde el bienestar integral es una prioridad, la armonización de orejas ha emergido como una solución que va más allá de lo estético.

Una decisión de amor propio

El doctor Jean Paul Salazar, pionero en Colombia en esta técnica, explica que la armonización de orejas es un procedimiento seguro que ofrece resultados definitivos y naturales. Su técnica, que no requiere bisturí ni quirófano, se realiza a través de una pequeña incisión de menos de 3 milímetros. Mediante suturas biocompatibles, se reposiciona el cartílago para mejorar la forma y simetría de manera sutil y permanente.

Este procedimiento ambulatorio, que dura tan solo 30 minutos, se destaca por su rápida recuperación, sin cicatrices visibles ni incapacidad. Más allá de las ventajas técnicas, su impacto radica en la transformación personal. Como lo señala el doctor Salazar: «Personas que antes evitaban recogerse el cabello, ahora lo hacen con seguridad. Este ajuste físico, aunque sutil, tiene un impacto profundo en cómo se ven y se sienten».

Bienestar emocional

Durante la infancia y la adolescencia, el periodo más sensible para la construcción de la autoestima, una característica física puede marcar una gran diferencia en la percepción que se tiene de uno mismo. Sin embargo, el estigma social a menudo lleva a que estos temas se silencien, minimizando su impacto en el bienestar emocional.

La armonización de orejas es un camino para reconectar con la imagen propia, una decisión íntima y libre que busca alinear la apariencia externa con la percepción interna. No se trata de encajar en estándares de belleza, sino de empoderamiento personal y de una afirmación de la identidad. «No se trata solo de una oreja, se trata de poder reconocerte con orgullo frente al espejo», concluye el doctor Salazar.