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Urgencia oftalmológica: EL DESPRENDIMIENTO DE RETINA

El desprendimiento de retina es una de las urgencias oftalmológicas más graves y, si no se trata a tiempo, puede causar la pérdida irreversible de la visión.

 

 

Ivan Ortiz Barragán

El desprendimiento de retina es una de las urgencias oftalmológicas más graves y, si no se trata a tiempo, puede causar la pérdida irreversible de la visión. Por ello, la Fundación Oftalmológica Nacional (Fundonal), dedicada al cuidado de la salud visual desde 1976, hace un llamado a la prevención y a la consulta temprana ante los síntomas de alarma.

Hernán Andrés Ríos Calixto, oftalmólogo especialista en retina y vítreo, explica que el desprendimiento ocurre cuando la retina neurosensorial se separa de su capa externa, acumulándose líquido entre ambas.

Tipos y causas

El desprendimiento de retina se clasifica según su origen:

Regmatógeno: Causado por un desgarro en la retina.

Traccional: Ocurre cuando fuerzas de tracción separan la retina.

Exudativo: Se produce por la acumulación de líquido sin desgarro ni tracción, a menudo asociado a tumores u otras enfermedades.

Mixto: Cuando se combinan dos o más mecanismos.

Señales de alerta 

Desde Fundonal, se insiste en que los síntomas iniciales que requieren una consulta inmediata son:

Destellos de luz (fotopsias).

Aparición repentina de «moscas volantes» o manchas que se mueven en el campo visual.

Pérdida parcial de la visión, descrita como una sombra o cortina que cubre parte de lo que se mira.

Entre los factores de riesgo se encuentran los traumatismos oculares, las cirugías previas, la miopía patológica, las complicaciones de la diabetes y los antecedentes familiares.

Prevención y tratamiento

La detección temprana es clave. Un desgarro puede ser tratado con láser para evitar que progrese a un desprendimiento. Por eso, las revisiones oftalmológicas periódicas son fundamentales.

Una vez que el desprendimiento ocurre, la cirugía es la prioridad. Si la intervención se realiza a tiempo, la probabilidad de éxito supera el 90 %, lo que permite no solo conservar la visión, sino también proteger la calidad de vida del paciente.

El Dr. Ríos enfatiza: «El tiempo es un factor decisivo. Cuanto antes se diagnostique y se intervenga, mayores serán las posibilidades de recuperar la visión y evitar secuelas permanentes». Además, añade: «Un paciente con síntomas no debe esperar. Acudir de inmediato al oftalmólogo puede marcar la diferencia entre conservar o perder la vista».

Cuanto antes se diagnostique y se intervenga, mayores serán las posibilidades de recuperar la visión y evitar secuelas permanentes