Édinson Rodolfo Castro Bermúdez, alias «Pipe Tuluá»,será extraditado en el curso de sptiembre.
Judicial
La inminente extradición de Édinson Rodolfo Castro Bermúdez, alias «Pipe Tuluá», líder de la banda criminal «La Inmaculada», ha desatado una pugna por el poder en el bajo mundo del Valle del Cauca. Líderes de varias organizaciones criminales de la región se han reunido en un cónclave secreto para definir al sucesor y asegurar la continuidad de sus operaciones ilícitas.
Poder en Tuluá
La reunión de la cúpula criminal busca redefinir el poder en el norte del Valle del Cauca. Una de las figuras clave que participa en el cónclave es alias «Diego Optra», un aliado de «Pipe Tuluá» que opera desde los centros penitenciarios.
La posible extradición de «Pipe Tuluá» a Estados Unidos ha provocado una disputa interna. Un reciente enfrentamiento, que dejó un sicario muerto y siete personas heridas, se atribuye a un conflicto por el liderazgo entre alias «Dimax» y «Chingapipe», quienes también aspiran a asumir el control de la organización.
Amenazas y extorsión
La banda «La Inmaculada», bajo el mando de «Pipe Tuluá», ha sembrado el terror en la región. Como parte de sus acciones, la directora de la cárcel de Tuluá, María Lorena Serrano, fue declarada objetivo militar tras la difusión de un panfleto con amenazas contra ella y los guardias. Este hecho refleja la lucha por el control penitenciario.
Además, la organización ha recurrido a actos terroristas, como la quema de vehículos de transporte público, y ha extorsionado a comerciantes de la zona. Recientemente fue capturado alias «Chamo», coordinador de estas acciones y encargado de lavar más de 500 millones de pesos mensuales a través de fachadas comerciales. Su detención agrava la situación de la banda y añade más tensión a la búsqueda del nuevo líder.
