Más real que una feria se vive la Semana Santa en Bogotá
Víctor Hugo Lucero Carmona
Maestro en Artes Escénicas
Coordinador Cultural
Primicia
Los tiempos han cambiado. En el pasado la Semana Santa era tiempo de reflexión, oración y respeto. Ahora se ha convertido en una feria a lo largo y ancho del país, incluyendo las ciudades rezanderas.
En Bogotá el centro de la ciudad donde se encuentran ubicados la mayoría de los templos católicos de la capital de la República se ha vivido una especie de feria, donde se comercializan diferentes productos, se baila, se goza, se juega y sobre todo existe una amplia gastronomía para poder pecar por gula.
Las ventas se instalan cerca de los templos y algunos comerciantes audaces ingresan a las iglesias donde cumplen su actividad con el propósito de poder sostener a sus familias como consecuencia del desempleo que azota a Bogotá y que no es de un dígito como lo asegura el Gobierno Nacional a través del DANE.
Globos, alimentos y baratillos son los productos que más se comercializan durante la Semana Santa en Bogotá.
Las calles aledañas a la plaza de Bolívar fueron ocupadas metro a metro por los desempleados de Bogotá que salieron a hacer su «agosto» en la Semana Santa.
Jornada de esparcimiento y turismo viven los bogotanos durante la Semana Mayor.
El imponente edificio de Avianca es testigo de la feria que se vive en la Semana Santa en pleno centro de Bogotá.
Los templos católicos estuvieron abarrotados de fieles
Toda clase de alimentos se vendieron al por mayor en las calles históricas de La Candelaria.
Hasta la policía atenta a los movimientos que realizan los vendedores de turno.
Todo un carnaval incluyendo disfraz de toda índole.
Hasta la coca fue invitada especial de la feria de Semana Santa
Las burbujas también hacen parte de la fiesta
Hasta las vírgenes se comercializaron en la feria que vivió Bogotá
Entrada a un templo en medio de burbujas
El tiro al blanco nunca falla en las ferias.
La celebración religiosa dio hasta para promocionar la selección Colombia
No podía faltar el «jugo» de caña
Si no hay paga los «artistas» de la calle se niegan a posar
La diversión de chicos y grandes
Hasta el tráfico de animales en vía de extinción se vivió en la Semana Santa
SE PERDIÓ LA FE. TODO ES MERCADO. QUE TRISTE VER QUE ES MÁS IMPORTANTE EL DINERO QUE LAS CREENCIAS
LOS CURAS SE INVENTARON LA RELIGION Y EL NEGOCIO. EL PUEBLO PONE LA PLATA Y CREE EN UNOS CUANTOS FARSANTES.
Cómo puede la fe Subsistir cuando juegan con la expresión máxima de un pueblo la democracia, los derechos humanos, la salud, el empleo