Fernando Cardesa García, Embajador Jefe de la Unión Europea exaltó las condiciones humanísticas del académico y escritor colombiano Gerney Ríos González y dijo que ha estado comprometido a lo largo de los años y a través de su obra con «todos los desafíos por el respeto de la justicia y el mantenimiento de los Derechos Humanos en América Latina».

 

 

 

 

 

 

 

 

«La naturaleza hostil no pudo aplastarlo y sobrevivió al exterminio de su familia por la erupción del volcán en Armero »: Fernando Cardesa, Jefe de la Misión Europea

 

Fernando Cardesa García, Embajador Jefe de la Unión Europea entrega a Gerney Ríos González el título de Distinción en Protección y Defensa de los Derechos Humanos, por su labor como humanista, escritor, académico y promotor de los Derechos Humanos en América Latina y en particular Colombia y los países andinos.

Fernando Cardesa García, Embajador Jefe de la Unión Europea exaltó las condiciones humanísticas del académico y escritor colombiano Gerney Ríos González y dijo que ha estado comprometido a lo largo de los años y a través de su obra con «todos los desafíos por el respeto de la justicia y el mantenimiento de los Derechos Humanos en América Latina». 

El diplomático español habló al hacer entrega de la distinción otorgada por la Unión Europea sobre las «múltiples virtudes» del académico colombiano y dijo que su obra refleja un «profundo humanismo” y que ha sabido ejercer con maestría su capacidad educativa como «catedrático polifacético y agudo». 

Intervención: 

«Como escritor destacan en Gerney Ríos su prolífica pluma en la prensa con artículos de carácter muy comprometido con todos los desafíos por el respeto de la justicia y el mantenimiento y fortaleza de los Derechos Humanos en Colombia. 

Más destacada es su prosa como ensayista en sus libros: Colombia, Indiferencia sin limites, Guerra y Paz los Rostros del Conflicto, Razón y Paz, las trece fronteras de Colombia. Allí refleja el Doctor Ríos un profundo humanismo, reflexiona y expone al hombre en sus orígenes como un ser generoso, comprensivo, conciliador, pacífico y con una tremenda vocación de respeto por sus pares en su más amplia dimensión social. 

Trasciende del individuo a la colectividad en sus distintas facetas de la sociedad, como entidad política y administrativa, en la que el individuo es el eje de un sistema de encuadramiento e integración. Se confunden el individuo y la colectividad como sujetos protectores y protegidos. 

Leyendo recientemente un ensayo sobre Derechos Humanos, se hacen citaciones del Doctor Ríos González, y se le revela como un «comunista primigenio» del que surge no una vocación por el dominio del Estado como ente absoluto capaz de interpretar, designar y planificar los deseos y voluntad del individuo, sino todo lo contrario.  El Estado y la sociedad son la emanación del individuo, se integra y se agrupa en él para que lo proteja y lo defienda, para preservarle la libertad como categoría ontológica absoluta para su perfección como ser y como criatura. 

Al Estado y a la Patria se les concibe como instrumentos para solidificar a la sociedad, y al individuo como eje de derechos y obligaciones en su compromiso para la permanencia y vigencia de estos entes. 

Este humanista al que hoy me honra distinguir, también ha sabido ejercer con maestría su capacidad educativa como catedrático polifacético y agudo. 

Se ha caracterizado también por su versatilidad para saber incursionar en las ciencias de la administración, de la gestión ambiental y colectiva, empresarial y de los recursos estratégicos. 

Su obra literaria, también inagotable en estas ramas del saber, ha iluminado y guiado a multitud de estudiantes y doctorandos en las Universidades en las que ha ejercido la docencia. 

Pero creo que si hay algo que brilla más en las virtudes del Doctor Gerney Ríos (Parafraseando a Aristóteles) es su sentido de la Justicia expresado sobre todo en su percepción de la equidad y ecuanimidad propias del hombre generoso y altruista que es. 

Luchador contra la corrupción y la iniquidad, se lanzó desde niño a la arena de la lucha. La naturaleza hostil no pudo aplastarlo y sobrevivió al exterminio de su familia por la erupción del volcán en Armero. 

Su austeridad, sentido del trabajo y dedicación han exigido de él su entrega a favor de las causas más nobles en favor de las minorías indígenas y afro descendientes con un tremendo sentido de superación y de igualdad. 

En su centro de educación en humanidades, Derechos humanos, gestión, economía y liderazgo han aprendido y se han formado gratuitamente más de 70.000 colombianos vinculados  a la inteligencia y a la esperanza por la modernización y superación espiritual, individual, social y material como individuos. 

Sus alumnos han demostrado un afán extraordinario por ejercer su actividad con sentido responsable y altruista en la sociedad Colombiana. 

Hoy, en medio de la turbulencia colombiana el Doctor Gerney Ríos, una vez más, ha querido comprometerse con perseverancia al lado de los esperanzados y de los que militando por la paz en Colombia tienen la firme determinación de que el respeto de los Derechos humanos, en su sentido más objetivo e individualizado, sea una norma de conducta y una realidad. 

Lejos del oropel y de los triunfos en las grandes causas leguleyas, el Doctor Gerney Ríos, con la modestia que le caracteriza, en su lucha de David contra Goliat, ha querido también tomar partido por el lado del florecimiento de la Justicia, y de la supremacía del ser humano como sujeto de  derechos y de obligaciones con la sociedad. 

A ese hombre virtuoso es al que hoy queremos distinguir. 

Doctor Gerney Ríos González permítame que en nombre de la Unión Europea, investida del deber de cooperar en procura del respeto de los Derechos humanos, de la vigencia de la Democracia y del fortalecimiento del Estado de Derecho, le haga entrega de esta distinción».